InicioACTUALIDADContrapunto entre EPC Blanc de Blancs y Montecristo nº 2

Contrapunto entre EPC Blanc de Blancs y Montecristo nº 2

Tiempo de lectura: 2 minutos

EPC es una marca de champán muy joven lanzada en 2019 y respaldada por inversores de renombre (Xavier Niel, Cédric Siré, Cédric Sellin…)

Su ambición es impulsar el ecosistema del champán, haciéndolo más accesible a las personas de 25-40 años en particular.

El Montecristo No. 2 es la Pirámide por antonomasia del vitolario de Habanos ya que reúne todo un conjunto de sabores con rastros intensos de tabaco que en esta ocasión vamos a maridarlo con el champagne EPC Blanc de Blancs Brut Nature.

Nuestro EPC Blanc de Blancs, que en este caso data del año 2016, consigue que podamos percibir sus burbujas claras y perfectas tras su envejecimiento de unos treinta y cinco meses.

El habano de esta tarde, tras un espléndido cordero asado y en medio de una jornada gris y lluviosa, es una de las vitolas más apreciadas desde siempre por los aficionados a los cigarros cubanos, que con 156 milímetros de longitud y un cepo 52 presenta una bella capa de tonos colorados.

Mientras encendemos el Montecristo, tras las primeras aspiraciones, hemos derramado en una blida (copa tradicional de la región de Champagne que se asemeja a un vaso) el vino francés vinificado por un grupo de enólogos en el pueblo de Bethon.

Con un espléndido tiro y un humo gratamente denso, el primero de los tercios de nuestro cigarro nos ofrece su buen carácter y los primeros toques terrosos que se diluyen en la cavidad bucal haciendo un magnífico contrapunteo con los rastros frutales y para nada dulces del champán, pues es preciso tener en cuenta que apenas tiene 6 gramos de azúcar por litro al ser claramente un Brut Nature.

En tanto avanza la combustión de nuestro cigarro, en el que ya están apareciendo las notas de pimienta unidas a la madera, el champán se crece en el entorno de las papilas gustativas al estar elaborado exclusivamente a partir de uvas Chardonnay, procedentes de las colinas de Sézannais, mostrándonos un acierto de fusión.

La intensidad de los rastros que deja en boca el tabaco negro cubano hacen un buen acompañamiento con la huella fresca y burbujeante de este vino francés con bajos niveles de sulfitos debido a la fermentación de la uva que se ha producido de forma natural.

Curiosamente, la entrada de las burbujas del EPC en la cavidad bucal nos ofrece una serie de percepciones muy agradablemente mantenidas de la pujanza de los sabores tabaqueros del Montecristo No. 2 en los que permanece la tierra y los tonos picantes hacia el final de la fumada.

Considerar que en poco más de una hora hemos conseguido aunar las percepciones en boca del habano elegido para la ocasión y los rastros frescos y afrutados del champán ha sido todo un éxito para nuestras sensaciones y sentidos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Entradas Populares

En Primera Persona

Chefs con Estrellas

Personajes

Iberoamérica de cocina en cocina