Con estos calores veraniegos que nos atacan las últimas semanas quizás sean buenos los momentos que en la hora del aperitivo podamos elegir un vino jerezano como el Fino La Honda en Rama para maridarlo con un Petit Churchills de Romeo y Julieta
Nos servimos en un catavinos el Fino La Honda en Rama cuya botella la hemos mantenido en una cubitera con agua fría hasta conseguir que su temperatura no pase de los 8 o 10 grados. Comprobamos el color oro intenso con reflejos ámbar, que desprende un buqué con notas de caramelo tostado y oxidación, lógica respuesta a un vino elaborado al cien por cien con uvas de Palomino Fino y una vejez promedio de doce años.
Mientras, encendemos nuestro Romeo y Julieta que en el Petit Churchills. Tiene unas dimensiones bastante acertadas en la hora del aperitivo, ya que con sus 102 milímetros de longitud y su ancho cepo 50 nos permite unas fáciles aspiraciones. Tras admirar la capa de color maduro claro, podemos comprobar que su humo es muy graso y permanece largamente en la boca. Esto le hace grato para la degustación que vamos a realizar con el fino jerezano.
El Fino La Honda es un magnifico representante de los vinos en rama que tienen una filtración mínima. Esto se plasma en una expresión más fresca y viva del propio vino y de la flor, en el caso de las crianzas biológicas, pero también en una mayor intensidad, color y sabor.
Por su parte, nuestro Romeo y Julieta comienza a mediar el primero de sus tercios cuando ya acostumbrado el paladar a los sabores tabaqueros propios de un habano probamos el fino jerezano de bodegas Osborne, elaborado tras la cosecha del Pago Balbaína, en un viñedo que posee un microclima especial ideal para crianzas biológicas prolongadas, al tener humedad y estar protegido de los cambios de temperatura.
El encuentro en boca del sabor suave y concentrado, con toques dulces, especiados y una ligera pimienta blanca del Petit Churchills con la entrada seca y con volumen, con cierto punto salino del Fino La Honda hace las delicias de nuestro paladar al hallarse en las papilas los rastros del tabaco negro cubano y el paso largo y untuoso con notas de madera noble del vino jerezano.
El último tercio de nuestro habano, que gracias a sus 10 gramos de tabaco negro cubano se ha demorado en la degustación poco más de media hora, podríamos definirlo como “goloso y amable”, pues mientras hallamos en él un espléndido equilibrio de sabores y aromas, conjunta a las mil maravillas con los rastros cítricos del fino jerezano.