InicioACTUALIDADNakari Sicilia y sus mejores momentos con los habanos

Nakari Sicilia y sus mejores momentos con los habanos

Tiempo de lectura: 3 minutos

Nieta de canarios, Nakary Sicilia, es una mujer hecha a sí misma que recuerda los aromas de los habanos de su abuelo, Don Teófilo, nacido en Icod de los Vinos en la isla de Tenerife y emigrado después a Venezuela

Nakary estudió la carrera de Odontología y se especializó en cirugía maxilofacial. Lo hizo con el fin de ayudar a los niños necesitados de esos cuidados. Con el tiempo ha devenido en una experta del sector financiero que vive su vida a caballo entre Madrid, Londres y Miami.

Llegó a España por primera vez hace siete años y todo el mundo la conoce como la Princess Nakary. Este nombre que japonés que significa una persona bastante estructurada en su forma de trabajar. No hacer nada al azar. Es reflexiva y exigente, lo que sin duda le ha hecho triunfar en su vida profesional.

Pero al mismo tiempo se trata de una persona tierna y que se emociona al recordar las vivencias –desde muy joven- con los Habanos de su abuelo, los aromas de los cigarros cubanos y las enseñanzas de su antecesor, a quien de vez en cuanto le “tomaba prestados” algunos de ellos de su caja de cedro.

Nakary tiene una vida que daría para unas cuantas novelas, pero asegura que sus mejores momentos los pasa con los habanos que dispone en sus humidores de las tres ciudades donde tiene casa.

Para nuestro encuentro ha elegido un H. Upmann Mágnum 50, pues asegura que le gustan los puros “grandototes”, pero a la vez que no sean excesivamente fuertes, aunque los Robustos suelen ser su formato preferido para cada jornada pues no pasa el día sin que haya degustado un habano.

Para comenzar nuestra conversación pide un agua con gas, pero para maridar con su H. Upmann se deja aconsejar que lo haga con un whiskey single malt japonés The Hakushu que a Nakary le ha encantado.

Prefiere la marca Romeo y Julieta, aunque dice que a partir de ahora el Magnum 50 va a ser uno de sus elegidos para disfrutar, especialmente cuando acaba sus jornadas de trabajo y desea un buen relax que es cuando regresa a casa, se pone cómoda –aunque nunca fuma un habano en pijama- y enciende una de las vitolas que guarda en alguno de sus humidores.

Para ella el habano es una forma de sentirse bien en la vida y asegura que su abuelo le enseño a “leer” el humo de un cigarro a veces antes de cerrar un negocio y otras cuando las negociaciones de su mundo financiero han acabado de manera positiva.

Por ello guarda en su oficina de la Castellana madrileña un humidor con el que obsequia a sus colegas de trabajo cuando han acabado los tratos financieros que se trae entre manos.

Enamorada de todo lo que tenga que ver con el mundo de los Habanos, Nakary afirma que para ella representan no solo los mejores recuerdos familiares, sino también sus más queridos momentos en la actualidad.

Llena de vivencias a lo largo de su vida, que cuenta hasta casi emocionarse, Nakary conserva el frescor de lo más tierno del ser humano, aunque hay quien la denomina la “mujer de titanio” a la hora de relacionarse en el mundo de los negocios financieros.

Elegante y vistosa. Esta venezolana -a la que podríamos definir como ciudadana del mundo por su largo recorrido- ama las músicas más melódicas, pero también le gustan los boleros cuyas letras escucha con mucha atención y recuerda que su madre –quien tocaba el piano- quiso que ella también se aficionara a ese instrumento, aunque solamente aprendió a tocar la guitarra.

Nakary fuma un habano cada día allá donde se encuentre y activa su memoria con los años vividos en el entorno de los Habanos para acabar concluyendo que el habano es su vida.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Entradas Populares

En Primera Persona

Chefs con Estrellas

Personajes

Iberoamérica de cocina en cocina