Violeta Jaldón: gimnasta, Asia, gourmet y habanos

Violeta Jaldón es una joven empresaria con una vida plena de experiencias que abarcan desde la gimnasia rítmica, a la que dedico toda su infancia y gran parte de su juventud, hasta su interés por Asia y no hace tanto tiempo por todo lo que rodea al mundo de los Habanos

Violeta Jaldón Domínguez se define a sí misma como “perteneciente a la generación Y, la globalización y la multiculturalidad, me marcaron desde joven. La cultura china me atrapó y me especialicé en sinología, graduándome en Estudios de Asia y África por la Universidad Autónoma de Madrid” y también es Master en dirección de negocios internacionales en el Centro de Estudios Financieros.

Pero estas cuatro líneas apenas abarca un porcentaje mínimo de todo el recorrido que esta Mujer con Vitola lleva encima, ya que en su trayectoria vital también cabe el año que pasó en China estudiando el idioma y sobreviviendo a fuerza de dar clases de español; el otro año que se fue a Irlanda a perfeccionar su inglés; su actividad profesional en otros muchos sectores hasta que desembocó en una empresa que organizaba eventos para los ciudadanos chinos que venían por España, y por fin –hace unos cuatro años- que junto con su pareja fundaron una empresa inmobiliaria.

Violeta ha elegido para acompañar nuestra charla el novísimo Montecristo Wide Edmundo, ya que sabe que este cigarro es lo último de lo último.

Ya aposentados en una ventana sobre la Plaza de España, Violeta  elije para maridarlo con su habano un Apóstoles Palo Cortado VORS, un vino elaborado por la bodega jerezana Gonzalez Byass de más de treinta años para maridarlo con su Montecristo elegido.

En nuestra conversación y tras contarme que estuvo desde los seis a los quince años que no hizo otra cosa que estudiar y entrenar en su equipo de gimnasia rítmica (lo hacía de tres de la tarde a once de la noche), tras una lesión decidió dejar ese mundo y proseguir con sus estudios, aunque ahora como empresaria del sector inmobiliario nos dice que “el término millennial me define como profesional, dinámica y con gran capacidad de trabajo en equipo”.

Nuestra treintañera Mujer con Vitola recuerda que lo primero que le atrajo de los Habanos fue su aroma porque los puros que había olido en sus familiares cuando era pequeña verdaderamente le repelían, pero se enamoró del olor de un Cohiba Robusto que estaba fumando su pareja (quien sí que lleva muchos años como aficionado a los puros), quiso probarlo y ya se “enganchó a lo bueno”.

Violeta prefiere ese tipo de formato, aunque no le pone reparos a fumarse un Lusitanias de Partagas (194 x 49) porque también prefiere las ligadas con mayor fortaleza, pero a lo largo de la semana puede fumarse (siempre que el trabajo se lo permita) hasta seis o siete puros, especialmente tras la cena y en la terraza de su casa donde lo comparte con su chico.

Porque la cocina es otra de sus aficiones ya que nos comenta que se le da muy bien y lo hace a diario para los dos, ya que a ambos les gusta comer de lo mejor y Violeta disfruta preparando platos de la rica gastronomía española, pues asegura que ella nunca pedirá en un restaurante un cocido, una fabada (verdadera entusiasta de todo lo asturiano) o una paella porque en su casa hace todos esos platos y le salen estupendamente.

Es una verdadera gourmet por todo lo que me explica a lo largo de nuestra conversación que disfruta no solo cocinando, sino también comiendo, aunque su estilizado cuerpo de gimnasta no lo note, quizás también porque siempre que puede va unos cuantos días a la semana al gimnasio donde practica capoeira (una combinación de acrobacia, baile y otras expresiones corporales) además de salir a correr.

Violeta se lamenta de que ahora con la empresa inmobiliaria que dirige no tiene demasiado tiempo para leer, pero cuando le es posible tira siempre hacia el ensayo sociológico, histórico o político, aunque ahora ha empleado a leer ensayos de psicología.