Por Ana Belén Toribio Herrero
Es lo que llaman “Intervenciones en Rota”, arte expresado de forma espontánea y clandestina en Rota.
A lo hora de escribir sobre Rota, me asalta la duda pues creo que dispone de tanto interés turístico cuan simpatía de sus gentes… Pero reflexiono sobre mis viajes y llego a la conclusión, que a lo largo y ancho de mis andanzas, voy siempre buscando algo más novedoso u original que confiera a ese lugar o sitio una singularidad especial. Los lugares y sitios turísticos por excelencia están bien, pero me gusta la singularidad, lo artístico y que me haga recomendar Rota por su originalidad. Esto es lo que me ha ocurrido al visitar recientemente esta villa gaditana. Además de todo el atractivo turístico tan bien organizado por las oficinas de turismo me he encontrado con “una sorpresa en cada esquina” y nunca mejor dicho…
Me refiero a arte expresado de forma espontánea y clandestina en Rota. Es lo que llaman “Intervenciones en Rota” y es, de esto mismo de lo que les voy a hablar…
Existen muchas y variadas definiciones de arte, pero buscando, buscando… he encontrado una, que pienso es la más adecuada y que paso a transcribir: “El arte (del latín ars) es el concepto que engloba todas las creaciones realizadas por el ser humano para expresar una visión sensible acerca del mundo, ya sea real o imaginario. Mediante recursos plásticos, lingüísticos o sonoros, el arte permite expresar ideas, emociones, percepciones y sensaciones”.
El arte tiene una finalidad estética, pero también comunicativa. Con el arte se ofrece una visión del mundo y se transmiten ideas y valores. Se sensibiliza la mente y el espíritu a través de las obras.
A finales del mes de Mayo del año pasado, el busto de un romano del que «volaban las ideas apareció en una céntrica calle de Rota sin saber cómo, ni quién, ni por qué. Desde entonces, un grupo de artistas locales autodenominado «Intervenciones Artísticas en Rota» llena de esplendor y misterio el pueblo marinero atrayendo las miradas de sus habitantes y los que les visitan.
Poco a poco, a golpe de cinceles y moldes, se produce la transformación de la villa apostando por integrar el arte en la vida cotidiana, desde el casco histórico a los barrios más populares y sobretodo, como nos decía uno de sus promotores, A las puertas del Barrio Marinero.
El proyecto consiste, como dicen sus componentes que permanecen ocultos en un extraño anonimato aunque es como un secreto a gritos ya que «todo el mundo sabe quiénes somos», en llevar el arte a las calles y plazas de barrios de la Villa de Rota faltos de elementos escultóricos, y, a la vez, que ese arte tenga un vínculo muy directo con su entorno, para contribuir a mejorarlo.