El barrio de Bernabéu acoge un nuevo espacio que apuesta por rendir homenaje a la auténtica gastronomía del país azteca sin artificios
«Playas repletas de color, lugares históricos, playas vírgenes y una sabrosa gastronomía definen a uno de los países con mayor historia, México. Más de 2.000 Kms. de extensión ahora más cerca gracias a Iztac. Un templo gastronómico que atesora la apabullante y fascinante esencia de México.
Ubicado en la plaza de la República del Ecuador, Iztac abre sus puertas en el mismo espacio en el que en 1959 se inauguró México Lindo con el fin de continuar con el linaje, cultura y tradición del que fue primer restaurante mexicano de Madrid.
La propuesta, diseñada por el chef mexicano Nacho Oropeza, transporta al comensal a los sabores más auténticos de esta gastronomía usando los ingredientes que esta cocina ofrece y que hacen de cada bocado algo sorprendente.
Una celebración de los sentidos en la que no falta la explosión en el sabor y color de los platos.La carta recorre desde el noroeste en Baja California hasta el suroeste en Quintana Roo. Un total de 32 estados plasmados en cada una de las creaciones presentes en ella sintetizan las diferentes opciones culinarias dentro del país.
Por supuesto, en ella, también existe espacio para las bebidas. Una propuesta de coctelería en la que no pueden faltar las micheladas, una buena lista de mezcales y uno de los grandes clásicos de la cultura mejicana, las margaritas.
El interiorismo, firmado por el estudio de arquitectura Free Hand, es una extensión más de la tradición que profesa su carta. Un lugar lleno de luz en el que sentirte como en casa donde se une la elegancia minimalista con materiales como la madera que aporta sensación de calidez.
Un espacio en el que todos los detalles son importantes para crear la atmósfera perfecta a la hora de degustar su gastronomía.
Sobre Iztac:
El espacio recibe su nombre de la leyenda de los amantes Iztaccíhuatl y Popocatépetl. Una historia de amor ambientada en el esplendor del Imperio Azteca que relata la tragedia de estos dos enamorados.
Dominado el valle de México por los aztecas, numerosos pueblos vecinos, cansados de pagar el tributo obligatorio, deciden luchar por la libertad del pueblo. Uno de ellos, el cacique de los tlaxcaltecas, padre de la joven y bella protagonista, Iztaccíhuatl, depositó su confianza en el joven guerrero prometido de su hija, Popocatépetl, para liderar su pueblo.
Popocatépetl parte a la batalla con la promesa de tomar la mano de Iztaccíhuatl si regresaba victorioso de la batalla. Al poco tiempo, un rival del joven, celoso del amor que ambos se profesan, confiesa a Iztaccíhuatl que su amado había muerto durante el combate.