InicioACTUALIDADGrupo Sonsierra y sus viñedos singulares en el corazón de La Rioja

Grupo Sonsierra y sus viñedos singulares en el corazón de La Rioja

Tiempo de lectura: 4 minutos

  El pasado 15 de septiembre Bodegas “Viñedos de Sonsierra” y el Centro Riojano de Madrid presentaron sus vinos singulares

Unos vinos únicos, con identidad, procedentes de San Vicente de la Sonsierra, una comarca con unas características únicas para la vid. Viñedos de Sonsierra rinde homenaje a San Vicente de la Sonsierra por su historia, tesón y ejemplo, que se reflejan en sus escudos. 

“Nuestro saber hacer, vuestro saber disfrutar”. Con este lema trasladaron a todos los asistentes a la Rioja Alta, lugar donde todo comenzó, donde la civilización de la vid y el vino se remonta a más de dos mil años de tradición vinícola.

Tradición e historia milenaria

Bodegas Sonsierra se fundó en 1962, cuando más de 240 viticultores decidieron poner en común sus 430 hectáreas de viñedo haciendo realidad un viejo anhelo de los agricultores del pueblo: la creación de una cooperativa en la que elaborar sus propios vinos. Allí comenzó su historia, una gran pasión por el vino y por la tierra, que con el paso del tiempo ha conseguido crear vinos con una gran personalidad y con una identidad propia.

Actualmente, la cooperativa cuenta con más de 1400 viñedos, con unas características y calidad única. Además, desde Bodegas Sonsierra emplean técnicas tradicionales y de vanguardia junto con los últimos avances tecnológicos para controlar la máxima calidad durante el proceso.

El paisaje y el viñedo

En total, desde Bodegas Sonsierra atesoran 516 hectáreas de viñedo propio, repartidas en 1500 pequeñas parcelas, con cepas que van desde los 20 a los 130 años de media de edad, y que pertenecen a socios de varias generaciones de la bodega.

En los campos, predominan restos prehistóricos y nacimientos arqueológicos asociados al cultivo del vino, como el Dolmen Neolítico de `La Cascaja´, necrópolis, eremitorios, casas y lagares rupestres y bodegas que datan de la época romana. Todo en conjunto, se refleja en la cultura y el vino, una historia milenaria, que precede del trabajo de sus antepasados.

Presentación de vinos calificados como “Vinos de Viñedo Singular”

En el evento, todos los asistentes cataron en exclusiva tres vinos de Bodegas de Sonsierra calificados por la Denominación de Origen de La Rioja como “Vinos de Viñedo Singular”, la más alta categoría de la denominación.

La cata la dirigió Rafael Usoz, director técnico de Viñedos de Sonsierra. Los vinos protagonistas fueron, El Manao, Duermealmas y El Rincón de Galos, unos vinos singulares, exclusivos y con una calidad inigualable.

El Manao pertenece a una de las parcelas más emblemáticas y espectaculares. Forma parte de un viñedo con casi 70 años de edad. Este tipo de viñedos posee un gran equilibrio interno y una gran capacidad de adaptación lo que da lugar a vinos elegantes, concentrados, complejos y con buena estructura.

En nariz se muestra elegante y lleno de matices. Aparecen inicialmente notas de fruta madura, confitura de frutos negros, regaliz, suaves tostados, café y tabaco de fondo. En boca resulta un vino intenso, amplio y envolvente, lleno de personalidad, con taninos redondos. Su final largo y persistente es debido a la intensidad con la que reaparecen los aromas de fruta y tostados al paso por boca.

Duermealmas es un tinto tempranillo que procede de la parcela que le da nombre, de cepas plantadas en vaso 1940, al otro lado del río del Ebro, lindando con Briones. La Bodega de Sonsierra lo califica como “un vino de sus uvas, que acuna y duerme a las almas”.

Destacan en primer plano los aromas de mora, grosella, violeta y los sutiles toques cremosos y especiados. También encontramos notas balsámicas que le otorgan frescura en nariz. Concentrado, equilibrado y potente, deja un paso largo e intenso con un deleitable final. 

El Rincón de los Galos: Concentrado, elegante y complejo en nariz. Máxima expresión de la perfecta armonía entre la fruta y la madera: moras, fruta negra, regaliz, notas de café, chocolate y recuerdos minerales. Es un vino sedoso y envolvente que llena la boca. Dotado de unos taninos aterciopelados, con un final increíblemente largo, lleno de matices debido a la mezcla de aromas afrutados y minerales envueltos en las sutiles notas de la madera.

Además, los invitados no solo han podido disfrutar de unos vinos singulares con un maridaje novedoso, los vinos de Viñedos de Sonsierra también tienen otro elemento diferenciador: sus etiquetas. “Estas no son solo unas simples etiquetas, son un homenaje a la dilatada e intensa historia de San Vicente de la Sonsierra”, ha manifestado Carlos Arnal, Director General de Grupo Sonsierra.

Para finalizar esta presentación de vinos singulares, Juan Ángel Rodrigálvarez fue el encargado de dar un sabor dulce a los asistentes. Este maestro chocolatero fue premiado como Mejor Pastelero y Repostero en 2010, y fue el encargado de crear el maridaje perfecto para estos tres vinos tan especiales. Tres chocolates únicos, creados a medida para cada vino y armonizados a la perfección con las características principales de cada uno. Una delicia para el paladar.

 

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