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Texto: Segundo López
La bailaora gaditana ha diseñado la decimosegunda etiqueta de la edición limitada del Primer Día de Cosecha Castillo de Canena
En anteriores ediciones ya lo hicieron Sara Navarro, Enrique Ponce, Joaquín Berao, Ainhoa Arteta, Manolo Valdés, Pau Gasol, Alejandro Sanz, Fernando Alonso, Roberto Verino, Raphael, y Alex de la Iglesia.
Los aceites de oliva de la firma jienense, son ya todo un clásico entre los vírgenes extra monovarietales de las variedades arbequina y picual. Son zumos de oliva que marcan un hito de exclusividad, en la que es, su duodécima aparición en escena.
Las aceitunas origen de los referidos AOVE de la cosecha del 2017, fueron recolectadas en el día de su optima maduración con objeto de conseguir el mayor grado de expresividad. Los rigurosos parámetros organolépticos requeridos por la firma andaluza Castillo de Canena, es un referente mundial en aceites de oliva desde que decidió sacar al mercado una edición limitada de sus Primer Día de Cosecha.
Doce años de icónicos AOVE, auténtico oro líquido ofrecido por la almazara de la Familia Vañó, que une a la excepcional singularidad de sus producciones, el acertado márketing que anuncian sus botellas inevitablemente vestidas de rojo, y que, año tras año, exhiben los diseños de las citadas personalidades del mundo de las artes. Sara Baras en la última edición del Primer Día de Cosecha recrea en la etiqueta una instantánea de su portentoso arte.
La elegante bailaora-coreógrafa de San Fernando, interpreta de este modo el sentir artístico: el inmaterial – que ella interpreta -, y el material, representado en estos formidables AOVEs : “Sinceramente, me siento muy orgullosa amadrinando este Primer Día de Cosecha de Castillo de Canena, con quien me siento tan identificada. El flamenco y el aceite de oliva virgen extra, son elementos distintivos de nuestra cultura. Ambos son fieles exponentes del acervo cultural español y difunden por todo el mundo parte de lo que somos. Y añade, “Como en el arte flamenco, en Castillo de Canena apuestan por la excelencia y por las cosas bien hechas.”
(Transcurría el mes de Octubre de 1999 cuando acompañé a Sara Baras y su racial compañía de baile, en el que, creo recordar, fue el primer viaje de la bailaora a EEUU. Chicago primero, y Nueva York días más tarde, aclamaron su simpatía, su duende y su primoroso baile.
Fueron increíbles los llenos de un auditorio que parecía muy entendido y volcado con el arte de la bailaora. Lo mismo ocurrió en las actuaciones de la ciudad que nunca duerme, antes de su regreso a Madrid. Verdaderamente lamenté no acompañarles de vuelta, su simpática gente combinó, a la par, profesionalidad y gracia por doquier.
Compromisos previos, en nuestra corresponsalía de TVE en Nueva York me impidieron regresar con ellos… Permítanme una anécdota de aquel viaje, que por lo original y novedoso asombró tanto a artistas como el que esto escribe.
