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Por Ana Belén Toribio
Fotos: Gulliver
Viajar es como amar, es un intento de transformar un sueño en una realidad
Soy de las que piensan que nunca se puede renunciar a nuestros propios sueños. Si no, te conviertes en una marioneta de los demás. ¿Quién no ha soñado con surcar los mares del mundo viviendo en presente esa sensación absoluta de libertad y bienestar?… Teniendo sólo al mar como testigo. Como dijo Martin Luther King «I have a dream». ¿Y por qué no convertirlo en realidad?
O como dijo Walt Disney: «Todos nuestros sueños se pueden hacer realidad si tenemos el coraje de perseguirlos». Y ese sueño, a base de perseguirlo, se convirtió en realidad. Viajar en un velero de lujo a la isla de Bali fue siempre una fantasía soñada. Esto es justo la oportunidad que me ofreció la nueva ruta de Indonesia Este e Indonesia Oeste del Star Clipper. ¿Bali?… Destino soñado, destino visitado.
El Star Clipper es un sueño al alcance de todos aquellos que aman y se apasionan con el mar. Los navegantes no ven los continentes como islas separadas por el agua sino como una inmensa autopista azul que ofrece la oportunidad de unir y vivir emociones y experiencias.
Star Clipper es… Vivencias y sensaciones, convivencia, camararería, amistad, cariño, libertad, amor, confort, lujo, gastronomía, glamour, esencia, y sobre todo, pasión. Pasión por el mar y por la navegación.
Un viaje al interior
Y una noche estrellada y tranquila subes a la cubierta y te meces sobre las olas mirando las estrellas. Ves la oscuridad y te transmite paz y silencio. Soledad amable en el ambiente. Y de repente, ves la estela que deja el barco en su navegación y piensas y meditas sobre tu vida. Dejas atrás tu propia estela de sensaciones negativas, dejando fluir tus sentimientos y tus pensamientos y empiezas a trazar tu propio destino.
Conviertes tu viaje en el Star Clipper en un lujo personal. Es un lujo viajar en él porque te permite cambiarle la ropa al alma.
Una gran familia
En el Star Clipper te sientes acogido desde el primer momento. Formas parte de una gran familia marinera y todo el personal se encarga de hacerte sentir como en casa. Es la personalización del servicio. No sentirte uno más sino alguien especial.
Se respira cercanía y respeto con un gran servicio al cliente. Todo está pensado para que nadie se sienta excluido. 20 nacionalidades entre los pasajeros y 12 entre la tripulación y ni siquiera el inconveniente del idioma se hace notar. La educación y el saber estar no tiene lenguas ni entiende de idiomas.
Un viaje en el tiempo
¿Te imaginas surcando los mares en un velero del siglo pasado?. Son las mismas sensaciones del pasado, pero con la tecnología del presente. Déjate seducir y sucumbir a los encantos de los barcos antiguos, como si estuvieses en el siglo XIX. Súbete a bordo de estos barcos únicos y descubre una nueva era de la vela, en las que las tradiciones del pasado están felizmente unidas con el confort y las comodidades del presente.
Dispones de verdaderas masterclass sobre el mar y la navegación impartidas a bordo. Son las clases de la Universidad del Mar que transmiten pasión. Te sientes como en un barco privado. Puedes ayudar a izar las velas, aprender a hacer nudos marineros, subir al mástil, ver a los delfines, o simplemente, relajarse en la cubierta mecida por la brisa del mar.
Viajar y explorar nuevos destinos fuera del turismo de masas. Un verdadero lujo.
Parafraseando la canción me vienen retazos a la mente:
«Háblame del mar marinero y dime si es verdad lo que dicen de él. Háblame del mar marinero y cuéntame qué sientes allí junto a él.
Dicen que el barco navega enamorado del mar. Buscando sirenas va; buscando sirenas nuevas que le canten al pasar. Háblame del mar marinero háblame del mar, háblame.»
El Star Clipper es una sirena más y por eso los delfines se acercan a saludarla. No sientes miedo, disfrutas de las olas.
La gastronomía
La gastronomía a bordo es toda una aventura culinaria. El chef, Rodolfo Soledad, nos ofrecía cada noche unas cenas especiales y siempre con sugerencias sobre la cocina indonesia con toques afrancesados. Bien armonizadas con vinos de diferentes regiones del mundo. Un valor añadido más.
Además, la cocina del Star Clipper está asesorada por el chef Jean Marie Meulien, merecedor de 3 estrellas Michelin.
Antonio, italiano, animaba las veledas con su música, intentando aunar personas en torno a la pista. Todo está pensado para vivir momentos holísticos y pasionales. Pues en el Star Clipper no hay horarios rígidos. Siempre serás libre de elegir lo que quieras hacer durante el día y la noche.
Un placer es conocer navegando por Indonesia Oeste lugares como: Benoa (punto de partida y capital de Bali); Este Madura/Isla Giligenteng; Probolingo en Java con visita al volcán del Monte Bromo; Playa Lovina en Bali y visita al Templo de Ulun Danu; Carik, Isla Lombock y Playa Senggigi; Gili Sudak en Isla Lombock y regreso a Benoa.
Pero hay muchos otros destinos que puedes descubrir en su web www.starclippers.com
El lujo y la originalidad del Star Clipper está a tu alcance. Vivirlo es cosa de cada uno.
Termino con una frase hallada en la contraportada del Catálogo del Star Clipper para entusiastas de la navegación: «Debo volver al mar, al solitario mar y al cielo. Y sólo pido un velero y una estrella para timonear hacia ella». John Masefield. Fiebre Marina
