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Calamar, picadillo de cebolla, pimiento verde y rojo, mayonesa y, como colofón, una gamba son los ingredientes confesables de el ‘bocaíto’ más picante de Madrid
Hace 40 años Luis Benavente se propuso un objetivo: elaborar el bocaíto más picante de todo Madrid. En torno a la icónica barra de Bocaíto, el fundador de este restaurante de la madrileña calle Libertad con más de cincuenta años de historia, se dedicó a probar y experimentar con sabores y texturas hasta dar con la fórmula exacta y crear el Bocaíto Luisito.
Calamar, picadillo de cebolla, pimiento verde y rojo, mayonesa y, como colofón, una gamba son los ingredientes confesables de este bocaíto. A todos ellos hay que añadir el más especial y que hace único este plato: la salsa Luisito, cuya fórmula sigue siendo secreta.
“Sólo podemos decir que está hecha a base de cayena y ojo de perdiz y que quien la elabora ha de ponerse mascarilla porque es demasiado picante”, aseguran Chris y Paco Bravo, miembros de la tercera generación al frente del restaurante. Y destacan: “Desde que nuestro tío abuelo lo creó hace 40 años, el Bocaíto Luisito, es uno de los bocaítos que siempre ha estado en carta y se sigue preparando como él lo ideó: en barra a la vista del cliente y al momento”.


Bocaíto, más de cincuenta años de buena gastronomía
A comienzos de los sesenta, Luis Benavente decidió emprender carrera en el mundo gastronómico. Para poder ofrecer la mejor calidad a un precio asequible para todos los bolsillos, el empresario decidió abrir un establecimiento más modesto y reducir el tamaño de cada ración. Con esta idea inauguró un pequeño local en la calle Libertad al que llamó Bocaíto en honor a la dimensión de las porciones que ofrecía.
Además de esta visión vanguardista, otros dos factores contribuyeron a su éxito son la incansable búsqueda por todo el territorio nacional de productos que no se podían conseguir en Madrid (jamón ibérico de bellota, acedías, angulas, aguacates…) y la elaboración de los bocaítos al momento y a la vista de los clientes. Esta pionera cocina a la vista surgió como consecuencia de la falta de espacio en el local inicial, donde solo se contaba con una barra para hacer el trabajo y despachar. Actualmente, Paco y Chris Bravo –la tercera generación de una saga familiar que ha capitaneado este espacio durante más de 50 años– se encuentran al frente del negocio.
Ya sea en la barra o en uno de los cuatro salones, visitar Bocaíto es una oportunidad para conocer de primera mano dónde se idearon y se empezaron a despachar las primeras tapas (bocaítos) de Madrid.
Les aseguro que yo lo he probado y «Luisito» es adictivo… o te gusta o no te gusta. A mí me encantó, y es más, es un picante largo e intenso como un buen vino, que no te embota sino que te calienta el paladar.
Restaurante Bocaíto
Dirección: Calle Libertad, 6, 28004 Madrid