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Ana Belén Toribio.
«Familia Jumilla»… ¡¡Qué gran nombre para una campaña!!. ¿Y el objetivo?… Movilizar a los consumidores a través de las emociones y los sentimientos
Los 10 valores más importantes para transmitir en familia
Principios que parecen básicos para una convivencia social en armonía, como la amabilidad. Una persona amable es aquella que se comporta con los demás con agrado, educación, respeto y afecto.



Estos son rasgos que queremos trasladar a la gran familia del vino de la DOP Jumilla. Muchas de las bodegas nacen y otras permanecen como familias bodegueras. Otras consideran familia a los trabajadores porque para conseguir un buen vino hace falta un gran equipo humano. Gracias a los que han participado en las catas de vinos DOP Jumilla en facebook con el hashtag: #convinamiento.


1. La empatía. Me viene a la memoria esta frase: «No puedes comprar la felicidad pero puedes comprar vino y compartirlo que es lo mismo». Aprender a ponerse en el lugar del otro, entender como piensan y las emociones que sienten cuando toman un vino de Jumilla. Es un valor necesario para la convivencia y hace que el vino se comparta.
2. La humildad. Como dice Dante Aligheri: «El vino siembra poesía en los corazones». Ser humildes engrandece a los enólogos y a todo el personal entorno al vino. Desde la humildad emprender el camino a la excelencia. Una actitud humilde a la hora de elaborar un vino le permitirá conocerlo mejor, valorar sus fortalezas e intentar paliar sus debilidades para conseguir su virtud. Esta filosofía se está haciendo notar en estos nuevos «jumillas».
3. La autoestima. «Lo bueno del vino es que durante dos horas los problemas son de otros» dice Pedro Ruiz. Los profesionales del vino deben de saber valorarse a sí mismos. Elogiar la calidad y la elegancia de los nuevos vinos de la DOP Jumilla.
4. El compromiso. «Como el buen vino, las mujeres y la buena música nunca envejecen sino que mejoran con los años» alguien lo dijo. Es un valor que se va adquiriendo con el paso de los años y que en los vinos se traduce en crianza. Honestidad de los vinos y capacidad de guarda.
5. La gratitud. Sofía Loren lo dice: “El perfume, como la seda, el vino y las flores, es uno de los lujos necesarios de la vida. Su aroma es como un buen vino, que necesita oxigenarse antes de alcanzar el punto de perfección.” Es importante y valioso reconocer los trabajos y acciones bien hechas tanto en la viticultura como en la bodega.
6. El optimismo. Como dice el eslogan de la campaña: Es momento de unirnos, es momento de ser… #familiaJUMILLA
7. La amistad. Edward Young lo cuenta «La amistad es el vino bueno de la vida».
8. La voluntad. Como dijo Maquiavelo: «No puede haber grandes dificultades cuando abunda la buena voluntad». Los vinos buenos llevan su tiempo y su esfuerzo.
9. La felicidad. «La felicidad es un vino de la añada más rara, y parece insípido a un gusto vulgar»(Logan P. Smith). Libar el vino produce mucho deleite. El brindis es el momento de una celebración, en el que los invitados levantan y entrechocan las copas para así manifestar buenos deseos… O como decía mi abuela Leonor – mujer con una fina ironía y una gran sabiduría vivencial- «el vino no emborracha sino que alegra a la muchacha».
10. La paciencia. «Las cosas buenas les llegan a aquellos que saben esperar»… Esta gran virtud es fundamental en el vino que espera pacientemente en las barricas a su momento culmen para salir a expresarse al mundo y contar a través de sus lágrimas de alegría todo lo que hay detrás de una copa y de una botella. Es cultura.

