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Proponemos una ruta en coche por los pueblos costeros de esta región de Portugal
«La costa de la región, que parte de la punta de Troia hasta el Parque Natural del Sudoeste de Alentejo, es un destino en el que la naturaleza es la protagonista.
El relax y la slow life conquistan a todo aquel que acude a Alentejo y en especial a los que visitan sus pueblos costeros. Los alojamientos, que cuidan al máximo el bienestar de los huéspedes y el ambiente eco-chic de la zona litoral de la región, hacen del Alentejo el destino perfecto para una escapada en coche en busca del buen tiempo, amplias playas y unos preciosos paisajes.


Lo ideal es aprovechar la visita para hacer un recorrido de sur a norte, o viceversa, por el eje costero de Alentejo. Si se comienza por el norte, desde la frontera con Lisboa, la primera parada puede ser la famosa península de Troia. Desde la punta de Troia hasta el cabo de Sines, el litoral se compone de extensas y salvajes playas de arena. Esta primera parada es la más turística, ya que Troia cuenta con varios atractivos, tanto culturales como paisajísticos, que atraen a viajeros de todas partes del mundo en busca de las ansiadas vacaciones. Mientras algunos visitan los restos arqueológicos de la Troia de la Lusitania Romana, otros pueden tomar un ferry en el puerto para avistar delfines. Y, por supuesto, siempre quedará la opción de quedarse tomando el sol en alguna de sus maravillosas playas.


De vuelta al coche, prepara el mapa para llegar hasta Comporta, un pueblo de ensueño perfecto para olvidarse del estrés de la metrópoli. La paleta de colores de esta villa va desde el blanco hasta el azul, generando un paisaje especialmente veraniego. Desde él se accede a la playa de Comporta, refugio de celebrities y de gente anónima que busca unas vacaciones de lujo entre la naturaleza más cuidada. Algunos kilómetros más al sur se encuentra la playa de Almograve ideal para la práctica del surf y el bodyboard.

