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Un festín para los sentidos y un deleite para el paladar… Un oasis en la ciudad, el brunch del Intercontinental
Hablamos de que en el corazón de Madrid se encuentra este oasis de sabor. Los dulces y los salados se mezclan. Es una explosión de aromas, crepes, waffles y los huevos Benedict, entre otros, para comenzar el domingo con ganas y energía.
En un ambiente elegante y acogedor, te espera una experiencia única, el brunch del Intercontinental, un placer para los sentidos… Es un planazo para cualquier domingo del año porque el Hotel InterContinental acoge, cada domingo, uno de los brunch más espectaculares que puedan existir.
Parejas, grupos de amigos, familias con niños… El Hotel InterContinental propone, cada domingo de 13.30 a 16.00 horas, el mejor plan gastronómico de la capital. Se trata de un completo brunch en formato buffet libre. Dispone de la mayor variedad y calidad de productos. Garantiza que todo el mundo encuentre sus platos favoritos, nacionales e internacionales. Se organiza bajo la cúpula del lobby del hotel, un espacio amplio, cálido y luminoso. Como punto fuerte y muy placentero, siempre está amenizado con agradable música de violín, guitarra o piano en vivo.
Las mesas rebosan de manjares. En el brunch del Intercontinental, el paladar se vuelve poeta. Las frutas frescas son un canto a la primavera, Los huevos Benedictinos, una oda a la templanza… La fuente de chocolate es un poema a la dulzura y el salmón ahumado es una elegía al sabor.
Hay más de 200 referencias culinarias para elegir, reunidas en distintas estaciones saladas y dulces. Por ejemplo, tablas de patés, quesos y embutidos ibéricos. Una degustación de AOVEs (Aceite de Oliva Virgen Extra. A veces, un cortador de jamón. También, ensaladas; pastas; arroces y paellas. En el capítulo de carnes (cochinillo asado al estilo segoviano, carpaccio y como novedad carnes a la brasa como lomo de vaca madurada o presa ibérica). Si prefieres los productos del mar: mariscos y pescados (bogavantes, sushi preparado en vivo, ceviches y otras variedades a la brasa como dorada o rape etc.). En el capítulo de postres en miniatura: diferentes tartas artesanas, fuente de chocolate caliente y otros dulces. Todo muy bueno y te da la energía necesaria para disfrutar de la ciudad con una sonrisa radiante.
Se trata de un plan perfecto para toda la familia, tanto por la variedad de platos que ofrece como por las actividades que lo complementan. Esta parte es muy original y no conozco otro brunch que lo ofrezca. Para los niños, se ofrece una masterclass de repostería, y para los mayores, de coctelería. Además, en domingos especiales, el brunch es temático.
El festín se organiza bajo la cúpula central del hotel. También, con buen tiempo dispone de la posibilidad, ahora que la terraza de El Jardín ha reabierto por temporada, de disfrutar de sus platos también en el exterior. Es una experiencia memorable.
Tiene un precio de 94 euros por persona (niños de 0 a 3 años, sin cargo, y de 4 a 12, un 50 % de descuento), con una selección de bebidas incluidas: Vermouth Zechinni de bienvenida, vinos, cervezas, cavas, refrescos y zumos.
Además, incluye cada domingo una masterclass de coctelería. Clase en colaboración con las principales marcas de destilados premium, para los mayores de 18 años. Los niños podrán disfrutar de una clase de pastelería. En esta clase el maestro repostero del hotel les enseñará a preparar pastas y dulces. Plazas limitadas previa inscripción en el brunch.
Destacar sobretodo la calidez humana y la profesionalidad de todo el personal que se preocupa, y se ocupa, de que el comensal sea feliz.
Madrid, Madrid, te quiero tanto, que te comería a besos, y con el brunch del Intercontinental, me quedaría en el cielo.
Un hotel con historia
El Hotel InterContinental Madrid, en el número 49 del paseo de la Castellana, es uno de los hoteles de cinco estrellas más emblemáticos de la capital. Abierto en 1953, fue el primer gran hotel internacional que se inauguró en España. Se trata pues de un establecimiento cargado de historia.
La fiesta de inauguración, que duró tres días, fue todo un acontecimiento social. En aquellos años dorados alojó a mitos de Hollywood de la talla de Ava Gardner, Frank Sinatra, Liz Taylor o Gary Cooper.
