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El secreto de la salsa picante más famosa del mundo pasa de generación en generación
La salsa de chile Tabasco® se lleva haciendo de la misma forma desde hace un siglo y medio. En 1841 Edmund McIlhenny, americano de cuarta generación de ascendencia escocesa-irlandesa, se instala en Nueva Orleáns y se casa con Mary Eliza Avery, cuya familia era propietaria de minas de sal en la Isla de Avery. Nueva Orleáns era a mediados del siglo XIX una de las ciudades más grandes de los Estados Unidos, rebosante de vida social y de cruces culturales entre los criollos descendientes de los colonizadores franceses y españoles y los nuevos «americanos».
Cuenta la historia familiar que, antes de la Guerra de Secesión, Edmund conoció en Nueva Orleáns a un viajero recién llegado de México, un tal «Gleason», quien le regaló un manojo de chiles rojos para que condimentara sus comidas. Los chiles procedían de la región mexicana de Tabasco, palabra que en lengua náhuatl significa «tierra caliente y húmeda”. Edmund decidió plantar parte de los chiles en el jardín de los Avery pero la familia se vio obligada a abandonar la Isla de Avery debido a la guerra. Cuando regresó las tierras estaban cubiertas de plantas de chile en flor, y Edmund comenzó a experimentar con la elaboración de una salsa picante a partir de estos chiles, hasta que dio con la receta que hoy conocemos.
Gustó tanto a sus familiares y amigos que pronto se empezó a hablar de la «maravillosa salsa de Mr. McIlhenny». Creada sin ningún propósito comercial, las personas próximas a Edmund le animaron a venderla fuera de su círculo. Al año siguiente, unos agentes comerciales comenzaron a distribuir unas botellas, con tal éxito que su demanda fue creciendo rápidamente en los años de la posguerra norteamericana. A finales de la década de 1870 Edmund comenzó a exportar la salsa Tabasco® a Europa.
Elaboración:
La salsa de chile TABASCO® que Edmund McIlhenny creó en 1868 es la misma que se produce hoy: pulpa de chile macerada durante tres años en barrica de roble blanco y luego mezclada con vinagre de alta calidad y una pequeña cantidad de sal de la Isla de Avery. Este proceso único de envejecimiento le otorga una concentración y un grado de sazón incomparables e inconfundibles.
Desde la primera cosecha comercial, todos los años un miembro de la familia McIlhenny selecciona personalmente las mejores plantas, y sus semillas se almacenan en la cámara de un banco de Avery Island para protegerlas de cualquier desastre medioambiental.
Para mantener la tradición McIlhenny, los chiles deben procesarse a las pocas horas de su recolección, el mismo día en que se recolectan se transportan a la planta de molienda.
Una vez transcurridos los tres años de maceración, la mezcla es inspeccionada de manera minuciosa por un miembro de la familia McIlhenny, quien decide si ha alcanzado el punto de madurez adecuado. Se procede entonces a su mezcla con vinagre blanco destilado de alta calidad. La mezcla se remueve con frecuencia durante cuatro semanas, momento en que se criba de pieles y semillas.
Tabasco® en números:
Una botella de Tabasco® tarda en hacerse 5 años, desde la plantación de los chiles hasta su embotellado.
La escala Scoville es la escala que mide el picor en los chiles. Tabasco® tiene en su clasificación de 500 a 5.000 unidades de picor.
La Salsa Tabasco® tiene 0 calorías por ración y es baja en sodio.
Casi la mitad de los 200 empleados de la empresa McILHENNY vive en Avery Island y muchos de sus antepasados también trabajaron y vivieron allí.
Tabasco® se vende en más de 185 países de los cinco continentesy está etiquetada en más de 22 idiomas.