Manuel Manzaneque y Finca Elez

Por Fernando Escolano Orte

Fotos: Agencia

 Una de las Bodegas más emblemáticas de Los Grandes Pagos de España

Nos encaminamos a visitar  Finca Elez de Manuel Manzaneque, situada en la provincia de Albacete, en el municipio de El Bonillo, al norte de la Sierra de Alcaraz y cerca de las Lagunas de Navalcudia.

Con un paisaje típicamente manchego, llanuras inmensas y cielos muy despejados con sus sabinas, árbol autóctono protegido y milenario.

Una de sus características es que la bodega está dentro del viñedo a escasos 200 metros, eso hace que el tiempo entre vendimia y elaboración sea mínimo y las uvas lleguen en perfecto estado para poder elaborar los vinos que aquí se hacen. 

La finca dispone de un clima continental con una buena distribución de lluvias durante todo el año y con una integral térmica, con una escasez en Diciembre-Enero y con un exceso en Julio-Agosto. 

Pero quizás lo más curioso de Finca Elez sea que se encuentra a 1080 metros de altitud y que en los meses de verano dispone de gran diferencia térmica entre el día y la noche de hasta 20ºC. Esta característica, unida a la composición de sus suelos franco-arcillo-arenosos, hacen que sus vinos tengan una peculiaridad única y extremadamente especial.  

La finca de 40 Ha es un auténtico Domaine y las variedades en ella plantadas son todas de origen francés ya que los plantones fueron traídos desde Borgoña y Burdeos por el enólogo; el Syrah es originario del Ródano. Son Denominación de Origen propia Finca Elez – D.O. Finca Elez- y después que han pasado los 10 años que marca la ley, se consiguió la denominación de Gran Pago de España, que es la máxima calificación a una bodega.  

Hablamos con D. Juan José Díaz Ocaña, que es Biólogo y Enólogo y el responsable toda la parte enológica y técnica de la bodega y gran conocedor de este mundo desde hace mucho tiempo. Su relación con el vino le viene de las Bodegas Jesús Díaz de Colmenar de Oreja en Madrid así que su bagaje es muy amplio. 

Manuel Manzaneque

Comenzamos nuestra conversación paseando por una zona del viñedo cercana a la bodega. Me habla un poco sobre Manuel Manzaneque, el creador de la bodega, y como fueron sus comienzos.

Por desgracia falleció en Octubre del año pasado. Su profesión era actor de cine y de teatro y también productor teatral y llevaba la compañía Tirso de Molina, que se dedicaba a hacer representaciones por todo el mundo y sobretodo en zonas de emigrantes españoles en Europa. 

Él nace en Campo de Criptana y le surge la ocasión de comprar esta finca y coincide con un enólogo francés que es Michel Poudu. A éste le gustaban mucho los vinos franceses y antetodo los Cabernet, los Chardonnay;  un buen  día le comenta que en este terreno es posible poner viñedo en un lugar donde no había habido nunca viña. Era prácticamente secano, y aunque había prospecciones, y agua, el terreno estaba considerado de secano. Observan la tierra y le dice que sí, que es posible plantar viñedo. 

Se ponen a trabajar y plantan la viña en los años 90 con las variedades que ya tenían pensadas;variedades francesas, Cabernet Sauvignon, Syrah, Chardonnay, que es lo que hay ahora y luego, vino el Tempranillo.

En aquellos momentos, no existía la bodega y se elaboraba en una bodega externa. Entonces se observa que son vinos que se pueden elaborar aquí que tienen carácter y cuerpo. 

Posteriormente, construye la bodega y lo hace con una idea como si fuera un corral de comedias, con un patio central, el concepto estructural y arquitectónico de la bodega es ése. De hecho, se ha utilizado como tal con representaciones aquí, Manuel hizo aquí varias y luego alrededor construyó la nave para los depósitos.  

El primer viñedo que hubo en esta zona está aquí delante de la bodega, que no es el mejor terreno pues es muy pedregoso. Aquí nunca hubo viña porque el clima es bastante complicado porque el terreno es muy poroso, estamos encima de las Lagunas de Ruidera. Todo el agua que cae va a las Lagunas y está aquí debajo porque dura muy poco en la superficie y se filtra y por eso hay que tener riego por goteo. 

Aquí si se deja una cepa en secano se muere, hay que tener un riego de apoyo, por eso nunca hubo viñedo en esta zona. Nosotros tenemos 3 pozos y regamos con pívots, tuberías elevadas 2 – 3 metros del suelo con difusores múltiples, y que para su manejo y orientación, llevan ruedas de goma, también se usaban para regar el maíz  en su momento y más cultivos. Aunque el poco agua que se gasta se destina al viñedo. 

– ¿Por qué hay varias marras en medio del viñedo?

Es un problema de la variedad que es Syrah; este terreno es el más pobre de toda la finca y tienen un problema de madera y sobre todo a nivel de injerto y se van secando y aquí reponer es muy complicado; es inútil no agarraría por que las cepas que hay alrededor tienen extendidas las raíces y tienen invadido el terreno y existiría una competencia radicular y no sobrevivirían. Este tipo de viñedo dura de 25 a 30 años, no dura más. La solución sería levantarlo y replantar, pero entero y es por el sistema y que son ya muy viejas y este tipo de conducción da ese tiempo 25-30 años que es lo que puede durar. Se plantó en el año 95, hace 22 años, es decir estamos en el límite.  

– ¿Qué ventaja tiene?

Que tiene una producción muy ajustada, muy pequeña, con una calidad muy elevada y que merece mucho la pena, por eso se mantiene y por eso no se reponen las marras, porque si dentro de poco tengo que quitar la mitad de la parcela, mejor ya la hago toda entera nueva. 

Aunque este tipo de trabajo se hace sectorizado, arrancas un sector lo limpias bien y lo replantas y así no pierdes la cosecha. Aquí lo que tenemos es el concepto que montó nuestro amigo Michel en su momento, poner Merlot en casi todo y se vendimia la mayoría a máquina que es nuestra, y el día que vemos que la uva está madura vendimiamos, así no dependemos de nadie. 

No hay plantación en vaso, tenemos todo en espaldera, la plantación en vaso sería complicada de mecanizar. Cuando vienes por La Mancha si te das cuenta hay muchos  vasos que los han subido, para poder vendimiarlos a mano.

Un poco lejos de la Bodega tenemos el viñedo más grande y muy cerquita de el está el viñedo más viejo , El Palomar , que tiene unos 15 años aproximadamente.

– ¿Cuántas variedades tenéis?

Tenemos Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot y Tempranillo en tintas y la Chardonnay en variedad blanca, allí cerca de la Recepción hay una viña pequeñita y cogemos 3000-3500 Kg. Cerca de allí está la despalilladora, estrujadora y de allí lo mandamos a la bodega. Desde que vendimiamos y lo llevamos a la bodega han pasado sólo 15 minutos, está claro que una de las condiciones fundamentales para que Finca Elez sea Pago es porque la Bodega y el viñedo estén dentro de la misma finca, precisamente por esta razón.  

En esta bodega se procesan unos 160.000 Kgs. de uva en total, es decir un poco menos de 200.000 botellas. Se montaron depósitos autovaciantes para los tintos, una decisión que tomaron Manuel Manzaneque y Michel Poudu. De hecho, yo estuve aquí en el año 96 y Michel venía como asesor y diseñó este sistema con su remontado automático y sus controles de temperatura. Tenemos también un macerador para el blanco, el Chardonnay, lo despalillamos y ponemos aquí la uva y lo tenemos 10 – 12 horas depende de los aromas que tenga la piel. Transcurrido ese proceso, le damos un poco de presión, 0,2 – 0,4 bares, muy poco, para que escurra el vino yema. Después se lleva a decantar y el tanque tiene una ducha fría, es decir está refrigerado y sacamos un primer mosto que ha estado en contacto con la piel durante unas horas. 

Así es la elaboración de nuestro Chardonnay y después lo fermentamos en tanques pequeños, sólo elaboramos unas 20.000 botellas, parte de esa cantidad se pasa a barricas, es decir, lo fermentamos en barrica parcialmente, y éste es el proceso del blanco. El blanco joven, se despalilla, se decanta, se clarifica y se embotella y ya está.  

– ¿Con qué criterio cuando se selecciona el vino para crianza o vino joven?

Se incorpora en este momento Sofía Manzaneque que es hija del difunto Manuel Manzaneque, fundador y propietario de la bodega, y ella ya me responde que es la cata la que les dice que tipo de vino es y que para ellos es lo más importante. También se hacen análisis constantemente, pero realmente lo que te da la diferencia es que tengas la pepita tostadita y la uva no empiece a agrietarse ni a romperse es ahí cuando se cata. Es decir es una combinación de análisis físico-químico y cata. 

Ahora nos da su opinión Juan José Díaz, y nos dice que sobre todo es cuando estás en la maceración y vas catando según se va desarrollando,  te va diciendo poco a poco como está. En el viñedo y en la cata de la uva, y hay algún año que algún vino no va a crianza, por que el tiempo no ha sido el adecuado y la maduración no ha sido muy correcta. O cuando llega la época de la vendimia y llega el frío, y no termina de madurar, más que el tema del agua, por eso las temperaturas finales del proceso de maduración son importantísimas.   

De hecho, este año lo último que hemos metido en bodega ha sido el 11 de Noviembre, estar a 1080 metros también influye.  Nosotros tenemos mucho sol durante la maduración, pero también mucha altura. Una maduración reposada y con mucha concentración de aromas y de color. 

Tienen todo el viñedo enyerbado porque está clasificado como ecológico desde el 2014, es decir la bodega es ecológica y homologada por un organismo español que clasifica a las bodegas. Hay que estar 3 años  con controles anuales  de conversión, antes de que te den la clasificación de bodega ecológica. Sin productos de síntesis ni abonos no autorizados.  

Le pregunto a Sr. Díaz con cuánto Sulfuroso Libre se embotellan sus vinos, y me dice entre 20 – 25 mg/l. Pero que el problema está en el sulfuroso total, que es el que tiene en cuenta el vino ecológico y que no se puede pasar de 120 mg/l. El libre es problema de cada bodega, pero para  vino ecológico hay que remitirse a lo que dice la norma.  

Aquí todo es artesano, intentas que la ideosincrasia la tenga el vino sea lo que tenga la uva que está en el viñedo. De lo que se trata es que el vino tenga la personalidad de la finca, con su altura de 1080 metros que es lo que existe en Finca Elez está en un lugar perdido en medio de un monte con lo que tienes alrededor son sabinas, romero, tomillo, etc. ¿Qué quieres que llegue a la botella? Pues esos aromas. Es todo eso…

Todo el camino transcurre entre piedras. Esa es una característica de la Finca Elez y esas piedras hacen que las cepas tengan que trabajar para encontrar el agua y las fortalezca. Toda la bodega la hemos tenido que construir con esas piedras con que la temperatura y humedad  que estamos notando aquí es igual todo el año, estamos en la sala de barricas, hay la misma temperatura en verano que en invierno, constante. Quizás haya una desviación de 4ºC entre verano e invierno, y eso es debido al tipo de terreno que tenemos y a toda la piedra que hemos tenido que sacar. 

La sala de barricas posee unas rejillas de ventilación que hacen que exista cierta aireación y haya renovación de aire y no haya condensación de humedad y así evitamos la creación de mohos. La categoría de ecológico si permite filtrar y estabilizar aunque esto último rara vez se hace. Al tener los vinos varios años en las barricas ellos mismos se van decantando, no se necesita realizar un filtrado profundo.  

Los vinos tintos normalmente si se fermentan con levaduras autóctonas, no hay reglas fijas para hacer la fermentación maloláctica tampoco. Cada año es diferente y depende de cómo venga se hace de una forma o de otra. Tenemos un producto y tenemos las herramientas y sabiendo los pasos del proceso, intervienes cuando tienes que intervenir. 

El mismo mimo y cuidado que has tenido en el viñedo hay que tenerlo en la bodega y seguir así hasta que la botella está en el mercado. Todo ese cuidado que hemos tenido en el viñedo lo tenemos aquí. Y catamos los vinos y un año se le da más barrica, unos años los vinos llevan un coupage y otro año otro diferente,  lo que se busca es sacarle el máximo partido a la tierra que tienes aquí y eso es lo que hay que conseguir y hay que ir adaptándose a las circunstancias de cada año. El 80% de las barricas son de roble francés y los hay de distintos toneleros. También compramos alguna barrica de una conocida marca francesa que fabrica barricas con roble americano porque queremos darle otro toque diferente al vino, a vainilla o más especiado que lo da el americano.   

Aquí como los vinos los elaboramos por separado podemos hacer el vino en una barrica o en otra y luego vas combinado según queramos. Siempre vamos con los tostados muy ligeros y eso hay que tenerlo en cuenta. No nos interesa ponerle demasiado torrefacto. Hay bodegas que piden las barricas con exceso de tostado y les hacen unas rayas para aumentar la superficie y sale un vino diferente, claro a quien le guste ese tipo de vino.   

Se nota mucho la madera en detrimento de la fruta, pero nosotros aquí buscamos el equilibrio entre una cosa y la otra. Da muchos torrefactos, yo lo vi en el Penedés en Jean León y hacían su vino con esa técnica, depende de lo que busques. Para nosotros el equilibrio con la fruta es importante con la madera, el suelo y el clima.

Este vino tan maravilloso, ¿quién lo compra?, un 60% en exportación aunque debemos seguir creciendo por lo menos hasta el 70%.  

– ¿Hay algún proyecto nuevo en marcha?

Ampliar la comercialización, vamos creciendo poco a poco y estamos ampliando hacia mercados exteriores, es lo que toca ahora mismo. Antes vendíamos todo al mercado nacional y como se empezó a consumir menos vino tuvimos que salir fuera. La bodega no tiene inversores externos, es de Sofía Manzaneque que es la hija del fundador y creador de la bodega y está ella sola al frente de la bodega. Mi hermano dejó la bodega y se dedica a otras cosas, por eso la bodega la llevo yo sola. Tengo un maravilloso equipo que es lo que hace que esto funcione estupendamente.  

En el año 92 D. Manuel Manzaneque estrenó en Nueva York y ahí en la bodega esta el telón con el cual se cubría el escenario. Hay muchos objetos en la bodega que recuerdan a su fundador y creador, no solo éste. Se hizo para Expo de Sevilla el montaje del Quijote, pero también se estreno en el City Center de Nueva york.   

Hasta aquí llegó la visita-entrevista en el primer Gran Pago que existió legalmente en España por obra del gran promotor teatral D. Manuel Manzaneque. De la cual he sacado una experiencia estupenda en compañía de Sofía Manzaneque, propietaria de la bodega, y por supuesto de su enólogo y estupenda persona que es Juan Jose Díaz y que ha sido una visita llena de buenas vibraciones y de un calor humano estupendo. A los dos Gracias por recibirme en vuestra casa y sólo digo hasta luego, porque los caminos del vino suelen ser cortos. 

www.manuelmanzaneque.com