InicioACTUALIDADPago Casa del Blanco: “alma de vino en QUIXOTE”

Pago Casa del Blanco: “alma de vino en QUIXOTE”

Tiempo de lectura: 7 minutos

Por Ana Belén Toribio Herrero

La bodega Pago Casa del Blanco apuesta por la diferenciación y la esencia en el vino.

“El cálido elixir que nace en nuestra tierra tiene cuerpo y tiene alma. Y acompaña en la historia a nuestro hidalgo más universal, sanando sus mortales heridas después de la batalla. «La receta del bálsamo de Fierabrás se compone de aceite, sal, romero y vino». En efecto, el microclima de nuestros viñedos otorga al Quixote la cualidad de vino de Pago, corroborando las propiedades que ya anunció nuestro admirado Cervantes. Año a año nuestra pócima culmina el buen hacer de generaciones, que desde mediados del siglo XIX dedicaron sus días y sus noches, sus sueños y sus desvelos, a envolver nuestras papilas. Así que cerremos los ojos, brindemos juntos y confundamos a los molinos con gigantes”. Con estas hermosas palabras define Joaquín Sánchez García, presidente y Director General de Pago Casa del Blanco, sus vinos.
 Padre e hija

            De la mano de la familia de Joaquín Sánchez, padre y alma mater de este proyecto vitivinícola, se ha forjado en Pago Casa del Blanco un equipo humano cualificado y capacitado para afrontar los grandes retos del mercado actual, y sobre todo para llevar a sus manos un producto de alta calidad. Tuvimos oportunidad de comprobar en la visita realizada a la bodega que se trata de un equipo cohesionado, que se esfuerzan por aunar esfuerzos, ilusión y sacrificios para sacar un proyecto que no por grandioso, está exento de dificultades. Se respira en la finca el orgullo por las cosas bien hechas. Tuve ocasión de entrevistar al enólogo de la bodega, Antonio Merino, el cual destacó con sus palabras el elemento diferenciador que han querido imprimir a este proyecto y que han conseguido al apartarse de la D.O. Castilla-La Mancha y configurarse como una D.O.Protegida. El 25 de Junio de 2010 la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha reconoció la Denominación de Origen Protegida: Pago Casa del Blanco.

Nitidez y limpieza del vino

Se entiende como “Vino de Pago” una indicación geográfica española para vinos que garantiza la procedencia de las uvas de una zona geográfica con unas características edáficas específicas. Es decir, cuando en una zona concreta existe un microclima particular y una composición del terreno específica que la diferencian y distinguen de otras zonas de su entorno. La finca se sitúa en una altiplanicie mesetaria muy llana (pendientes medias por debajo del 2%), y que carece de cualquier accidente de relieve destacable. El suelo de la finca Casa del Blanco, posee una textura franco-arenosa, identificándose materiales volcánicos (basaltos), presentando un Ph básico, siendo el contenido en materia orgánica bajo, los niveles de carbonato totales y de caliza activa normales, y los niveles de fósforo y potasio elevados. Sin embargo, el dato que llama más la atención es la elevada concentración de litio, catión poco frecuente y que en este caso alcanza un valor equivalente a los oligoelementos cinc y cobre de otros suelos rojos. El litio es un metal que se encuentra a nivel de trazas en suelos vitícolas, sin embargo, en este caso, y dependiendo de las parcelas, alcanza unos valores de 0,86 a 2,9 mg/kg. Este aporte organoléptico mineral se denota en la cata posterior y confiere a alguno de sus vinos aromas minerales y balsámicos bastante significativos.
Dueño de la bodega y el alcalde de Manzanares el Real
Asimismo otro elemento diferenciador, comentado por el enólogo, son las variedades de uva plantadas Tras 20 años de investigaciones y de diferentes reconversiones de variedades de uva, en la actualidad cuentan con 12 variedades, 4 variedades blancas y 8 variedades tintas. Entre las blancas cultivan Airén (en vaso y de secano), Sauvignon Blanc, Chardonnay y Moscatel de Grano Menudo (en espaldera y riego por goteo). En cuanto a las tintas, cultivan 11 hectáreas de Tempranillo de más de 40 años con rendimientos a partir de 2500KG/Ha; Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Petit Verdot, Malbec, Cabernet Franc y Garnacha. Cada grano de uva se convierte en un elixir en cada uno de los “coupage” o monovarietales de Quixote, Pilas Bonas y Demente (este último como Vino de la Tierra de Castilla). Y también les diferencia el sistema de riego de la finca que posee varios pozos desde donde extraen agua, todos ellos unidos a una red hidráulica que vierte su contenido a un embalse, desde allí se bombea a toda la finca mediante el sistema de riego por goteo. También aprovechan el riego por goteo para realizar el abonado de la tierra mediante fertirrigación. Se trata de ejecutar las prácticas que mejor se adaptan a su suelo (calizo, francoarenoso y de Ph básico) y climatología (continental extrema).
 Los emprendedores

Pero hay una cosa clara, la fortaleza de Pago Casa del Blanco no sólo se halla en sus vinos o en sus infraestructuras técnicas, se encuentra también en todas aquellas personas que trabajan para hacer que cada grano de uva sea el mejor grano de uva posible. Con este alto grado de implicación y de ilusión de todo el equipo humano no es de extrañar que se respire “alma de vino en QUIXOTE” y de amor a la propia tierra. En palabras de Heráclito de Efeso: «La salud humana es un reflejo de la salud de la tierra.» Y no cabe duda que en este caso, el “terroir” goza de muy buena salud y mucho más los que hemos sentido el placer de degustar y de saborear, de catar y de sentir estos grandes vinos, tan especiales por diferentes. Antonio Merino me comentó que la “elección de las diferentes variedades de uvas que se eligen plantar son fruto de un consenso entre todo el equipo” y que les gusta asumir riesgos a favor de la investigación a la hora de elegir una u otra. Este es el caso del proyecto que les tiene entusiasmados en Cantabria y que el propio Joaquín Sánchez me mostró en fotografías y que, el enólogo corroboró como un bonito proyecto de Restauración en un entorno privilegiado. Un edificio palaciego en un lugar de Cantabria que quieren sea un restaurante rodeado de cultivos de uva Godello para elaborar sus propios vinos. Ofrecer al cliente final un compendio de buen hacer en el que se unan buena gastronomía con materias primas de la tierra y buenos vinos. La solidez de la empresa se sustenta pues en la preparación y profesionalización de su equipo humano. Cuenta además de con un importante equipo que cuida las tierras y sus viñas a diario, de personal formado en diferentes sectores, constituido por ingenieros industriales, agrícolas y de caminos, por expertos en farmacia y enología, por técnicos en industrias alimentarias, en comunicación y marketing.
cepas
La Historia de Casa del Blanco, una finca ubicada en el término municipal de Manzanares (Ciudad Real) abarca más de 150 años donde la tierra ha visto pasar historias de gentes trabajadoras, historias de la propia Historia, luchas políticas, convulsiones varias, temporales, heladas, años de sosiego rotos por guerras infames. Fueron más de 150 años repletos de cambios, pero cuya esencia sigue intacta: amor a la propia tierra, que sigue siendo la misma de antes, solo que cultivada al amparo de la modernidad. Rememorando la historia, la ciudad de Manzanares está marcada históricamente por su ubicación territorial: amplia llanura en el centro peninsular, a menos de 200 kilómetros de la gran urbe: Madrid. Posición estratégica aprovechada en el Medievo por la Orden de Calatrava, creadora del Castillo de Pilas Bonas (que da nombre a uno de sus vinos), auténtico epicentro entonces de vidas y quehaceres, Castillo bajo el que nació la propia Villa allá por el siglo XIII. Francisco Camacho y Gervasio Blanco, junto a la familia de los Blancos dieron nombre a la finca y su primera identidad, araron las primeras tierras y cultivaron los primeros frutos. Entre herencias y ventas posteriores y durante la primera mitad del pasado siglo XX la finca de Casa del Blanco pasó por distintas manos. En los años 80, entra a escena la familia Sánchez Contreras, Joaquín Sánchez optó por adquirir la finca y, a lo largo de los años, agregar porciones para crear un conjunto unitario, sólido y con miras a un futuro que pasó por la construcción de la bodega hoy existente. La finca Pago Casa del Blanco dispone de un coto de caza menor, de 2.200 Ha. en el que predomina la perdiz roja autóctona; de 650 hectáreas con aprovechamiento de cereal y regadío; y de 150 Hectáreas de viñedo.

Detalle de la bodegaPara finalizar, destacar  que no cabe duda que este equipo humano de Pago Casa del Blanco le pone como dice la canción de Los Panchos “alma, corazón y vida” en cada acción; alma en el vino; corazón en el fruto de la tierra: la uva;  y vida, en la alegría que sientes con la degustación de sus vinos. Y esto se traduce en sus grandes y peculiares vinos que ya han sido reconocidos con importante premios: Quixote en sus diferentes versiones y añadas,  el blanco Pilas Bonas y Demente (Vino de la Tierra de Castilla). No quiero dejar pasar la oportunidad para comentar el vino tinto dulce que pudimos catar en el postre, original; y hacerles notar que, en mi opinión, estas uvas y elaboraciones nos van a deparar cualitativamente grandes sorpresas, organolépticamente hablando.Vino en su crianza

Ana Belén Toribio
Ana Belén Toribio
Periodista y sumiller. CEO y Directora.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Entradas Populares

En Primera Persona

Chefs con Estrellas

Personajes

Iberoamérica de cocina en cocina