Recetas de pescado fáciles de hacer: los grandes clásicos

El pescado es un alimento imprescindible para una dieta saludable. Aporta tantas proteínas como la carne, es también rico en minerales y vitaminas y algunos de ellos son una importante fuente de ácidos grasos muy necesarios para la salud cardiovascular

Ahora bien, para garantizar que nos beneficiamos de todas sus propiedades, lo primero es disponer de un producto de primera calidad; afortunadamente, hoy en día es sencillo comprar pescados a domicilio de primera.

Una vez que dispongamos de un producto de calidad, lo siguiente es incorporarlo a nuestra dieta. Los expertos en nutrición creen que cualquier dieta equilibrada debe incorporar unas tres o cuatro raciones de pescado a la semana, contando con que cada ración tiene entre 125 y 150 gramos. Es conveniente alternar entre pescados azules y pescados blancos.

Entre otros nutrientes, el pescado aporta a nuestro organismo proteínas de alto valor biológico, vitamina D y del grupo B, yodo, potasio, hierro o calcio. Además, el pescado azul (sardina, caballa, atún, bonito, pez espada, salmón, arenque, boquerones o jureles) aportan ácidos grasos Omega 3, reduciendo los niveles de colesterol y retrasando el proceso de acumulación de grasa en las arterias.

Recetas infalibles de pescado

Hasta aquí, algunas de las razones por las que el pescado es un alimento imprescindible en nuestra dieta. Además, el pescado gusta por igual a niños y mayores y puede prepararse de muy diversas formas (al horno, a la plancha, rebozado) de forma sencilla. Por eso, nuestro país es uno de los grandes consumidores de pescado del mundo. En resumen, el pescado es y está buenísimo, y por eso aquí hemos seleccionado algunas recetas para chuparte los dedos que lo confirman.

– Bacalao con tomate: el bacalao es, probablemente, el pescado más versátil que existe. Puede prepararse rebozado (en ricos tacos de bacalao, tan castizos), pero también en ensaladas frías o templadas (el rico remojón andaluz, con bacalao, naranja, cebollas y aceitunas negras). En cuanto a guisos, no podemos dejar de mencionar el bacalao al pil pil (capaz de aprovechar hasta las escamas) o el bacalao a bras de nuestros vecinos portugueses.

Pero a lo que vamos. Hoy vamos a explicarte cómo preparar un rico bacalao con tomate, un clásico de nuestra gastronomía. Para preparar este plato necesitarás:

• Cuatro lomos de bacalao fresco o desalado (si es bacalao salado, asegúrate de desalarlo sumergiéndolo en agua durante dos días y cambiándole varias veces el agua)
• Dos dientes de ajo.
• Una cebolla.
• Medio kilo de tomates maduros.
• Una pizca de sal y otra de azúcar, y un poco de harina.
• Aceite de oliva.

Lo primero que debes hacer es pasar los lomos de bacalao por harina. También puedes optar por freír directamente el bacalao en abundante aceite, pero a fuego bajo y con la piel hacia abajo, durante ocho minutos aproximadamente. Retira el bacalao y el aceite, dejando el suficiente para rehogar el ajo y la cebolla picada.

Tritura el tomate y cuélalo si quieres evitar las pieles, y cocínalo a fuego suave durante media hora junto a la cebolla y el ajo, para añadir el bacalao con cuidado de no romper los lomos. Deja que se cocine todo durante unos minutos, probando la salsa por si necesitas rectificarla de sal o añadir algo de azúcar para suavizar la acidez del tomate.

Decóralo con una ramita de perejil y… ¡listo! Es una receta fácil y riquísima para toda la familia.

– Lubina salvaje al horno: combinada con una guarnición de patatas a la panadera, se trata de un guiso sencillísimo y sanísimo. El único secreto es, como casi siempre, que el pescado sea de la máxima calidad. Por eso aquí aconsejamos que optes por una lubina salvaje, mucho más sabrosa que las que provienen de piscifactoría.

Una lubina puede pesar entre un kilo y kilo y medio. Con eso tendrás para cuatro comensales. Añade dos patatas, una cebolla y un poquito de aceite de oliva virgen extra. Con estos ingredientes, lo tienes todo para preparar un plato riquísimo. Corta las patatas hasta cubrir la bandeja del horno, pica la cebolla en juliana y añade sal, 75 ml de agua y un buen chorro de aceite. Luego introduce la bandeja durante unos quince minutos, a 180 grados.

A continuación, introduce la lubina abierta, añade sal y si quieres una pizca de pimienta e introduce el pescado sobre la cama de patatas. Si has dejado la raspa, el pescado estará listo cuando se levante con facilidad. En todo caso, entre 12 y 20 minutos son suficientes. Retira la raspa y sirve junto con las patatas, añadiendo un chorrito de limón si es de tu gusto.

– Pescados al ajillo, a la mostaza o a la mantequilla: las dos recetas que te hemos sugerido son grandes clásicos de la cocina española. Pero también hay quien busca opciones más atrevidas. En la web de cocina delirante tienes algunas ideas, incluyendo algunas muy propias de la cocina latinoamericana: pescado al pibil, pescado al ajillo (muy común en la costa de México) o pescado a la mostaza. ¿Te apetece?