InicioBEBIDAS“Al gran vino siempre le han acompañado la innovación y la creatividad”.

“Al gran vino siempre le han acompañado la innovación y la creatividad”.

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En palabras de Pedro Ballesteros, primer Master of Wine español añade además: “El consumidor medio de vino necesita un estilo bien definido”. “Se necesitan nuevas variedades de uva para luchar contra el cambio climático”. “Debemos tener inteligencia para crear nuevas variedades que nos permitan nuevos estilos de vino”

Ingeniero agrónomo y Máster of Wine, uno de los títulos más prestigiosos del vino en el mundo, y primer español en obtenerlo (2010), Pedro Ballesteros es sobre todo un hombre que habla claro sobre luces y sombras que rodean al sector vitivinícola de nuestro país. Sus catas se convierten en clases magistrales sobre uvas autóctonas, terroir o cambio climático. Y sus puntos de vista intentan llamar la atención sobre el período de transformación que atraviesa el sector y medidas a tomar. Afirma que “el gran desafío de primer orden es el cambio climático, y para ello se necesita mucha innovación y contar con nuevas variedades de uva”.

Pedro Ballesteros ha dirigido una cata con seis vinos titulada “Viaje por los vinos de España”, dentro de los actos del cierre de campaña A Shared Passion, en la que han participado las interprofesionales del Vino de España (OIVE) y Portugal (ViniPortugal). Se ha celebrado así el cierre de su campaña conjunta A Shared Passion con eventos en Madrid y Oporto. Durante tres años esta iniciativa ha logrado posicionar los vinos ibéricos como un referente de calidad en Europa, llegando a más de 100 millones de consumidores a través de publicidad en diferentes espacios (aeropuertos y estaciones de tren).

Estilos de vino bien definidos

Ballesteros opina que, “el consumidor medio de vino necesita un estilo bien definido, y eso significa crear estilos, para estar bien situados”. Este experto considera que la ley europea de las denominaciones de origen es un problema para España: “Ese concepto, por ejemplo, es diferente en Italia donde un vino significa un estilo. Por el contrario, si hablamos de Rioja, representa un territorio y, hoy por hoy, no tiene un estilo de vino. En Rioja se representan muchos estilos de vino”. “El consumidor va a buscar estilos, y dentro de un estilo es cuando empieza a actuar el terroir”, afirma.

“Rueda y Cava, la mejor expresión de éxito”

Empezó la cata con el ejemplo de vinos de estilo y en primer lugar se probó un vino blanco de Rueda (Castilla y León) 100% verdejo. “El Rueda es junto al Cava la mejor expresión de éxito en la España moderna; ambos han llegado a la clase media”, opina Pedro Ballesteros, que ubica la entrada en la CEE (1/1/1986) como el momento más importante para el sector vitivinícola. “Somos parte de un mercado europeo y pudimos tener acceso a mucha tecnología, como fermentar vinos a baja temperatura”. “A partir de entonces, Rueda se hizo grande, tiene un estilo y da de comer a mucha gente”. “El gran éxito de este vino, inventado por Marqués de Riscal, fue ir a buscar vinos blancos aromáticos con Pinot. Surgió el verdejo y así también el gran momento de Rueda. Ahora en esta D.O se producen vinos de gran complejidad y se ha construido un estilo. El resto del mundo ahora quiere hacer verdejos”, comenta.

Ballesteros acostumbra a expresarse con total claridad cuando analiza debilidades y fortalezas del sector. Así, piensa también que “tanto Rueda como Ribera son denominaciones que tienen problemas para exportar; ambas exportan demasiado poco”.

Mucha innovación frente al cambio climático

Mientras Ballesteros cata el blanco D.O Ribera Sacra. 100% Godello), aprovecha también para hablar de esta zona “pobre y aislada”, que ha conseguido poner al vino en vector para su desarrollo en todo ese territorio, creando así buena actividad económica.

En su opinión, los productores a veces hacen más burocracia que otra cosa, y “al gran vino siempre le han acompañado la innovación y la creatividad”. Afirma Ballesteros que “el gran desafío de primer orden es el cambio climático, y para ello se necesita mucha innovación, como por ejemplo contar con nuevas variedades de uva”. “La uva tempranillo no es patrimonio de la humanidad y tendrá que cambiar; hay que dar tartárico porque no añade acidez”. “Necesitamos investigación a través de programas de recuperación de variedades ancestrales. No pasa nada que se desarrollen variedades nuevas”. “El cambio climático ha cambiado todo y habrá cambios en los gustos de las personas. Debemos tener inteligencia para crear nuevas variedades que nos permitan nuevos estilos de vino y necesitamos ir más allá; no casarnos con godello, tempranillo o albariño y necesitamos también mucho respeto y apoyo público”.

En cuanto al txakolí, también catado en esta jornada (D.O Txacoli de Vizcaya. 100% Hondarrabi Beltza), se han creado estilos de vino de muy alta calidad.

Garnacha tintorera en Castilla-La Mancha

El cuarto vino es D.O Almansa. Castilla-La Mancha. 100% garnacha tintorera. “Es un cruce del siglo XIX para garantizar la exportación. Con ella se elaboraban vinos bases de la península ibérica con mucha cobertura que se mezclaban con otros vinos de Burdeos”, explica Pedro Ballesteros. “Me gusta que exista la garnacha tintorera; es distinta, con personalidad”. “Por eso el vino es tan grande -añade- no funcionamos con criterios de marketing. Cambiar, crear lo nuevo; lo diferente. Con que haya estilos bien definidos…” “Este es un vino propio construido a partir de unas narrativas que no existían; vinos de cruce relativamente moderno”.

Uva bobal y su dulzura mediterránea

Vino valenciano. Tinto D.O. Utiel Requena. Comunidad Valenciana. 100% bobal. “Originalidad magnífica y nada que envidiar”. En cuanto a la zona de esta variedad, “Alto Turia: reserva biosfera. Belleza reforzada con muchas terrazas abandonadas. Zona pobre. Cuando llegó la filoxera, Francia demandaba uva. Y se plantó en toda esa zona una uva muy austera: la bobal; una gran variedad con un potencial para envejecer insospechado. Aquí hay un estilo de vino. Crianza. Taninos redondeados. Dulzura mediterránea”.

Cooperativas eficientes

Por otro lado, Pedro Ballesteros subraya que España necesita un cambio radical en el sistema de las cooperativas. “Los agricultores deben tener poder para garantizar un futuro a sus hijos con la misma dignidad que en la ciudad; hay que admirar el movimiento bodeguero, pero necesitamos cooperativas eficientes”. Y añade: Me preocupa el sector del vino, que se encuentra en la dicotomía vino de lujo y vino a granel; hay que llenar un espacio intermedio con vinos de calidad”. “Tiene que haber un movimiento para reconsiderar en toda su medida a las cooperativas”. Y pone el ejemplo de las bodegas Martin Códax, “que demuestran que las cooperativas pueden llegar muy lejos”.

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