InicioACTUALIDADContrapunto de tequila Derechito y Partagás Serie P No. 2

Contrapunto de tequila Derechito y Partagás Serie P No. 2

Tiempo de lectura: 2 minutos

Elegir un Partagás Serie P No. 2 del humidor y pensar con que lo vamos a maridar esta tarde no es mala cosa si a mano tenemos una botella de un tequila mexicano cuya graduación alcohólica no llega al 40% como es el caso del Derechito Blanco

Algunos de los aspectos que se deben tomar en cuenta para elegir un buen tequila es la edad, el terroir, el horno y el añejamiento. Como sabemos, la materia prima del Tequila es el agave. Siempre debe ser el de tipo denominado Azul Wever. Este es proveniente de las regiones de Jalisco: Valles y Altos. Alcanza su madurez después de siete años de estar en la tierra.

En la cata hay que colocar la nariz al centro de la copa para presentir la nota principal. Posteriormente moverla en el sentido de las manecillas de un reloj para encontrar sus complementos.

Enciendo mi Serie P No. 2. Ya a simple vista me encanta el color maduro claro de su capa. En los primeros compases de la combustión muestra claramente su carácter y buena profundidad de los rastros tabaqueros.

Mientras, derramo en una copa tequilera que me regalaron hace años (que es casi igual que un catavinos) un buen chorro de tequila Derechito, con bonitas tonalidades doradas, sus aromas amaderados y ciertamente especiados llegan al mismo tiempo que el humo denso del habano.

Originario del Valle de Amatitán, situado a 1.220 metros sobre el nivel del mar, el Tequila Derechito, que acaba de recibir la medalla de plata en el Concours Mondial de Bruxelles, mantiene una aromática entrada en paladar y un final con notas secas a roble.

Prosigo con la fumada del Partagás en la que ya puedo apreciar la fortaleza de la mayor proporción de tabaco ligero en su ligada dejando la cavidad bucal bien integrada del sabor del cigarro y pruebo el tequila mexicano, con el que me encuentro una buena entrada, seco, pero no fuerte, y denota el tipo de levadura que se ha usado para fermentar este destilado, con la garantía de que responde a una bebida 100 por 100 de agave azul.

Mientras continúo encontrándome con las notas picantes en boca del habano, la madera que se distingue en las aspiraciones procedentes del cigarro se mezcla bien con la percepción del agave cocido o del horneado y a su propio pase del alambique a la botella.

Sin necesidad de haber mezclado el tequila con limón y sal, tal como me enseñaron los amigos mexicanos, el Derechito se nota denso y nada pesado, lo que combina muy bien con el avance de la combustión del Partagás en el que han crecido los rastros tabaqueros y los toques terrosos, mientras que diluyo el humo del mismo en los efluvios y reflejos que deja el paso por las papilas del tequila.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Entradas Populares

En Primera Persona

Chefs con Estrellas

Personajes

Iberoamérica de cocina en cocina