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Contrapunto entre Valverán 20 Manzanas y Quai D´Orsay 50

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Valverán 20 Manzanas está inspirada en las exclusivas ice-ciders canadienses

Es por ello que el llagar de sidra Valverán fue en su día pionero en producir este tipo de bebida. En esta ocasión hemos contrapunteado con uno de los Habanos más exquisitos, aromáticos y de menor fortaleza como es el Quai D’Orsay 50.

La sidra de hielo es una bebida obtenida por fermentación alcohólica del zumo de la manzana. Debe tener una concentración de azúcar antes de la fermentación. Está producida únicamente por frío natural. Fue un proyecto pionero hace ya más de quince años, que en el Camin del Rebollal en Sariego, zona del oriente asturiano, Bodegas Masaveu tiene más de 20.000 manzanos mediante cultivo integrado.

Por su parte, el Quai D’Orsay 50 es un habano de marca creada en los años setenta en exclusiva para los aficionados franceses. Hace ya unos años se distribuye por todo el mundo con una de las fortalezas más bajas (uno sobre cinco) del vitolario de cigarros cubanos.

Dispone de 110 milímetros de longitud y de cepo 50. Este puro es uno de los más ricos en aromas. Tiene un perfecto equilibrio de sabores entre los que destacan la madera y las especias. Con rastros muy suaves y dulzones, además de un tiro excelente que permite percibir en las papilas gustativas una variada gama de matices.

Una vez encendido nuestro habano y tras sacar la botella de Valverán del frigorífico depositamos una buena ración en una copa modelo Sauternes. Podemos comprobar el color dorado limpio y brillante de nuestra sidra de hielo. En la elaboración se han utilizado más de diez tipos distintos de manzanas.

Las variedades han sido elegidas cuidadosamente teniendo en cuenta las peculiaridades del terreno, el clima y los más altos estándares de calidad. Por lo que en Valverán conviven manzanas ácidas, semiácidas, dulces y ácidas-amargas, que ofrecen en su degustación un equilibrio excepcional entre acidez y dulzor de amplio, sedoso y largo recorrido en boca.

La dulzura que nos llega al paladar de forma fresca y gozosa de la sidra hace que las aspiraciones del tabaco cubano conjunte a la perfección con los ligerísimos toques picantes bien acompañados de notas melosas, en un ayuntamiento en boca muy atractivo sensorialmente hablando.

Avanzada la combustión del Quai D’Orsay 50 comprobamos la pujanza de sabores de los tabacos seleccionados en las vegas de Pinar del Río, en el occidente de la isla cubana, que nos ofrece rastros tabaqueros bastante intensos, aunque sin ningún tipo de aristas en boca.

Con todo el recorrido fresco y frutal de la Valverán 20 Manzanas, a través de la cavidad bucal el habano, cuya vitola de galera lleva el nombre de D No. 5, representa el triunfo de los sabores tabaqueros por encima de la fortaleza, lo cual comparte estupendamente con la sidra de hielo asturiana, después de casi una hora de grato maridaje.

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