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Las siete comunidades españolas de interior atraen a turistas europeos y españoles, presentándose como una alternativa al turismo de sol y playa
El consumo colaborativo, movido por la situación socioeconómica actual, sobresale como una tendencia en alza. Siguiendo esta directriz, el intercambio de casas permite disfrutar de las vacaciones de una forma diferente, viviendo como un local y evitando el gasto en alojamiento. HomeExchange.com, la primera comunidad en el mundo de intercambio de viviendas, con más de 65.000 miembros en 150 países, ha presentado los datos de las casas registradas en las siete comunidades autónomas de interior.
De los 3.900 alojamientos registrados en España, las autonomías del interior Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad de Madrid, Extremadura, Aragón, La Rioja y Navarra ofrecen más de 400 viviendas para el intercambio. Estas representan una alternativa complementaria al turismo español de sol y playa y son objeto de interés tanto de turistas españoles que busca conocer otras regiones del país, así como de usuarios europeos procedentes de Gran Bretaña, Países Bajos, Suecia, Alemania, Portugal y Francia. Todos ellos coinciden en que aprovechan el intercambio de casas para descubrir la amplia propuesta de actividades que se pueden realizar en este territorio alejado de la costa.
Durante unas vacaciones de turismo de interior, se pueden organizar planes para todos los gustos. Los amantes de la gastronomía podrán, por ejemplo, visitar museos de micología y viñedos y, quienes prefieran dar un paseo en un entorno natural, se pueden acercar a entornos como el Parque Natural de las Bárdenas Reales, en Navarra, o a los alrededores de El Escorial. Además, quien viaje con niños podrá pasar el día en lugares como el Parque de Atracciones de Zaragoza o acercase a algunos de los yacimientos de huellas de dinosaurio en La Rioja.
