Por Ana Belén Toribio
Dos emprendedores sevillanos recuperan la mítica bebida alcohólica que daba la bienvenida a los vikingos en su particular paraíso eterno: el Valhalla
No sé si a ustedes les ha pasado o si creen en el destino, pero no me digan que algún día no han tenido la intuición de que, al levantarse, algo diferente les puede pasar o algo nuevo van a descubrir. Esta es una de las grandes paradojas de la vida: el no saber lo que va a pasar. Pues ese día concreto, yo tuve esa sensación al levantarme y al asistir a un evento – uno de tantos- tuve la oportunidad de conocer una bebida nueva, el hidromiel. Ni como sumiller había oído hablar de él, y como la curiosidad periodística me pierde, me puse a averiguar sobre el mismo…
Y ya recapitulando y buscando en la memoria me vino a la mente el recuerdo de un cóctel, Chill Hood, ideado por Jorge Vázquez para la Mercedes Fashion Week de este año y que, entre sus ingredientes, lleva justo esta legendaria bebida. Les adjunto el enlace por si lo quieren descubrir http://www.gastroystyle.com/la-alta-cocteleria-desfila-en-la-mbfwm/
Pero profundicemos un poco en el hidromiel…
El hidromiel es la primera bebida alcohólica que se conoce en la historia. Dicen las “malas lenguas” que surgió de casualidad, al caer agua en un barril con miel, las propias levaduras del barril ayudaron a la fermentación, y supongo que cuando esa persona probó el resultado, vio su potencial. Pero esto tiene parte de leyenda.
Recordando un poco la historia resulta que el hidromiel es una de las bebidas alcohólicas más antiguas y cuentan que era la preferida de Julio César. Éste siempre lo prefirió al vino y los vikingos creían en un paraíso en el que el guerrero disfrutaría de él sin temor a que se agotara. Está pues ligado al universo de las leyendas nórdicas, a los vikingos, a sus valquirias, a sus dioses y a su particular paraíso, el «Valhalla». En el norte de Europa, no sólo en los países nórdicos sino también en Alemania o Polonia, se consume todavía de forma frecuente. Y en Estados Unidos hay hasta una Feria Internacional del Hidromiel.
Como hemos comentado, Julio César era fiel seguidor del hidromiel, una bebida que surge de la fermentación del agua y la miel y que ha acompañado a todas las civilizaciones en sus orígenes. Los recién casados también estaban abonados a su consumo durante la primera luna del matrimonio ya que, según decían, era una garantía para tener un hijo varón. Pero fueron los vikingos los últimos que la mantuvieron. Sin embargo, la irrupción del vino hizo que esta bebida cayera casi en el olvido. En la actualidad, las historias de fantasía como las que narran las sagas de El Señor de los Anillos o Juego de Tronos hacen referencia a esta bebida que está entrando también en el mundo de la coctelería.
En España no es tan conocida a pesar de que se dice que la primera datación histórica del hidromiel es de aquí, de España, en la zona de Levante y que su consumo es anterior a la cerveza. Quizás se empezó a conocer a través de los Vikingos.
Y profundicemos un poco en Valhalla…
España ya tiene su primer hidromiel oficial reconocida como tal, Valhalla, aunque sí existe fabricada de forma artesanal.
La primera fábrica legalizada de hidromiel de España existe gracias al tesón, la pasión y el amor por las cosas bien hechas de Luis Martínez y José Ramón Gómez-Sicilia, que decidieron apostar por esta bebida y recuperar su uso. Desde Sevilla para toda España.
Elaboración del hidromiel
Es una bebida que se compone de agua, levadura y miel (una multifloral de primera calidad de cooperativas de la Sierra Sur sevillana). Cada hidromiel, nos cuenta Luis, depende sobre todo de la miel utilizada en su producción. “Como el vino con la uva”, matiza.
Los ingredientes – continúa contando Luis Gutiérrez- son bien sencillos, miel, levadura y agua, pero esto es como las lentejas, todo el mundo sabe la receta pero a nadie le salen como a su madre. Hicimos mil millones de pruebas al principio y teníamos a los colegas de conejillos de Indias, pero una vez que uno encuentra su receta, el proceso es relativamente sencillo.
Usamos miel artesana de la cooperativa de Castilblanco de los Arroyos, de aquí, de la provincia de Sevilla. Luego agua y levadura. Existe todo un mundo de levaduras, ya es encontrar según la graduación que se quiera buscar, tipo de fermentación… Eliges unas levaduras u otras y unos porcentajes concretos.
Una vez que se tiene todo, se cocina y se hace un mosto. Se deja reposar y se añade la levadura para la fermentación, que dura un mes y medio y hay que mantenerlo a temperatura estable. Como conservante, en vez de sulfito que es lo que se utiliza en muchas bebidas, utilizamos un probiótico, un lactobacilo que es más natural. Además, es mucho menos agresivo y no le afecta tanto al sabor como los sulfitos, que es lo que te da ese resacón y ese dolor de cabeza.
Finalmente, solo queda embotellar, que lo hacemos de forma manual.
Valhalla nació con la intención de recuperar una bebida histórica «pero cumpliendo todos los controles de calidad». Para ello, además de todos los permisos, utilizan la mejor materia prima: miel artesana de la sierra.
Un dato importante: no deja resaca
Uno de los puntos más interesantes para el consumidor es que, además de ser apta para celíacos, su búsqueda por tener un producto lo más natural posible hace que no produzca resaca.
Podrían haber encontrado la bebida perfecta. “Nuestra experiencia es que no deja resaca y hemos bebido bastante. Mi teoría es que al ser algo tan natural, sin sulfitos, la resaca, si la tienes, es más suave. La calidad de los ingredientes de la bebida, mieles de la sierra, levaduras naturales… Es fundamental para ello”, añade uno de los creadores de Valhalla.
Otro punto clave es su precio, las botellas de 75 cl van desde los 7,99 a los 11,99 euros según el tipo de Valhalla que quieras adquirir y las cajas de 24 botellines van desde los 59,99 a los 80,99 euros. “No queremos que sea exclusiva, que todo el que quiera pueda sentirse vikingo”.
La armonización perfecta con el queso
“Al tener la miel, uno irremediablemente piensa en queso cuando le preguntan cómo maridar Valhalla”, cuenta Luis. Pero además asegura que muchos la utilizan como bebida para “salir de copas”, o como la copita que se toma uno “igual que un mistela o manzanilla”. Su hidromiel seco “entra bien con pescaíto” y las dulces “quedan muy bien para postre” y mucha gente la toma sola, pues es muy refrescante.
¿Cuando es un buen momento para tomarlo? Cualquier momento es bueno para tomar un hidromiel, lo que nosotros siempre recomendamos es que se tome con buenos amigos y pasándolo bien. Con el hidromiel pasa lo mismo que con la cerveza, la sidra y el vino… hay quien dirá que la doble miel es ideal para los postres, la clásica, para como aperitivo o para acompañar un buen pescado…
Sobre como tomarla – sigue Luis – pues te puedo decir que los hay que prefieren tomarla directamente del botellín, otros un vaso de sidra, una copa de cuello ancho e incluso en cuerno, artesanos les fabrican modelos con astas naturales y con boquillas metálicas para una experiencia vikinga total. Lo que si recomendamos es una temperatura entre 15 y 18 grados.
Variedades de hidromiel
Y además ellos han creado varios tipos de hidromieles para conquistar a todos los paladares:
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Tradicional: inspirado en el que tomaban los vikingos, fue nuestro primer hidromiel. El hidromiel es de sabor semi dulce y puede tener un poco de gas por la fermentación natural. “Recuerda al sabor del fino y la manzanilla”; mantiene parte de la levadura y da un cierto toque a una sidra natural.
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Clásica: semiseco, este nos inspiramos en el hidromiel que se tomaba en antigüedad, es como el hidromiel que se tomaba en la antigua Roma y Grecia, por personajes tan relevantes como Julio Cesar y Filipides. Es suave al paladar y de color pajizo y limpio, un sabor seco pero deja un regusto a miel en el paladar que no deja para nada indiferente.
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Freyja: es un hidromiel semi dulce, macerado con frutos rojos. Su sabor es dulce, a la vez que tiene un toque ácido por los frutos rojos. En este hemos trabajado mucho y hasta conseguir el sabor actual.
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Doble Miel: es el más dulce de todos, ya que como su propio nombre indica lleva el doble de miel. Es ideal para paladares dulces y viene perfecto para acompañar a los postres en cualquier comida, y como no, para una buena noche de juerga (risas)
El hidromiel en sí misma tiene un mundo de sabores, no hay un sabor concreto. Desde la antigüedad se mezcla con especias, se elabora con distintos porcentajes de miel… Y eso le va dando un abanico de sabores.
Hidromiel Valhalla tiene su sede en la calle Maestre Angulo, 6, en Sevilla por si os apetece probarla. Desde casa también se puede adquirir través de su página web: www.valhalla.es
Las botellas de 75 cl van desde los 7,99 a los 11,99 euros según el tipo de Valhalla que quieras adquirir. Ya lo dice el refrán: «Miel con queso sabe a beso». Pues eso… con un beso nos despedimos brindando con Valhalla. «Va por ustedes…»
www.valhalla.es