Las mil y una noches de Uzbekistán

Un grupo de buenos amigos de Jerez (Cádiz) acabamos de regresar de una estancia de 11 días en Uzbekistán

Un viaje alucinante organizado por la empresa Uzbekistán Discovery, especializada en grupos reducidos de españoles. Su propietario y guía, Islomjon, nos hizo la vida fácil durante nuestra ruta y nos acercó a su milenaria historia.

Se trata de un país de Asia Central y una antigua república soviética, que logró su independencia en 1991. Tiene una población censada de unos 36 millones de habitantes y una superficie de 450.000 km2.

La mejor época para viajar allí es en primavera y otoño, para alejarnos de las temperaturas extremas del verano e invierno.

Nosotros fuimos con Turkish Airlines desde Málaga-Estambul-Urgench y el regreso Tashkent-Estambul-Málaga. Tomamos allí, además, un vuelo interno y dos trenes Talgo, fabricados en España. Y todos los traslados en monovolumen con aire acondicionado.

Hemos realizado el Circuito Huellas de Marco Polo y la legendaria Ruta de la Seda (antigua ruta comercial entre China y el Mediterráneo, que iba desde China pasando por India, Asia Menor, Mesopotamia, Egipto, el continente africano y llegaba hasta Grecia, Roma y Gran Bretaña).

Siguiendo los pasos de los conquistadores de Asia Central: persas, Alejandro Magno, árabes, Genghis Khan, Tamerlán y las míticas ciudades de Samarkanda, Bukhara y Khiva.

El espejismo de las cúpulas azules brillantes, los impresionantes minaretes, los revestimientos cerámicos, las madrasas (escuelas islámicas), las mezquitas, los museos, los palacios y los talleres artesanales de madera, marionetas, alfombras y papel de seda.

Un mundo que fascinó a los viajeros de la antigüedad y ahora a nosotros. El encuentro con la gente local en los pueblos y mercados, así como la hospitalidad de los uzbecos, te dejarán asombrado.

Khiva (La ciudad de las mil y una noches), Bukhara (la hermana de Córdoba), Samarkanda (con su espectacular plaza de Registán, sitio icónico de la arquitectura islámica, rodeada de 3 escuelas religiosas con mosaicos que datan de los siglos XV al XVII), Shahrisabz (ciudad natal de Tamerlán) y Tashkent (capital del país, con 2,5 millones de habitantes, mezcla de arquitectura moderna y soviética y una gran cantidad de museos).

Marco Polo (1254-1324) partió con sus tíos de Venecia para el Lejano Oriente en 1271. Viajaron por la Ruta de la Seda y llegaron a la Corte de Kublai Kan unos tres años después. Pasaron 17 años en China antes de volver a casa, en 1295.

Nos sentimos herederos de nuestro paisano Ruy González de Clavijo, quien en 1403 encabezó una misión diplomática a Samarkanda, cuyo relato plasmó en un libro, “Embajada a Tamorlán”, que es una joya de la literatura medieval, aún desconocida para la mayoría de nosotros.

“Hoy los ojos se me abrasan de mirarle al paisaje los recuerdos”. Hemos llegado a Jerez después de casi 20.000 kms. y aún estamos cautivados por la belleza de lo que hemos visto, por unos atardeceres en silencio que jamás olvidaremos, pero sobre todo por lo que hemos sentido. Porque viajar no es ver cosas, es un sentimiento, una emoción, una especie de inmersión en una cultura ancestral.