Por Ana Belén Toribio Herrero
Una parada obligatoria para degustar y saborear los productos típicos de la tierra jienense en Guarromán (Jaén)
A veces, uno sale de viaje con un destino fijado de antemano, y de camino, se encuentra con auténticas joyas. Esto es lo que me sucedió en esta pasada Semana Santa. En carretera. y de parada en Guarromán para comprar los deliciosos hojaldres Moreno por indicación de una amiga, vimos de frente un lugar auténtico denominado Las Tinajas. Digo auténtico, porque la foto lo dice todo… Es realmente una peculiar tienda de antigüedades que dispone de muchos artículos, y del cual, – si uno es amante de ellas- es muy difícil salir sin adquirir nada… Diversidad y precio a partes iguales.
Pues resulta que sus dueños, la familia Oliván, han decidido habilitar una zona para restaurante. ¡¡Y qué restaurante, señores!!. No es cualquier cosa… Entro en detalles:
Se une un servicio genial con un personal excelente. Se merecen un díez tanto los dos chef, Isidro Arcas como María Jesús Navarro, por la elaboración tan rica de su cocina como la acogida del resto del personal. Ni que decir tiene si te reciben los anfitriones, Amador Oliván y esposa, que convierten la cena en una más que agradable velada y son, de esas pocas personas, que parece que conoces de toda la vida y que te brindan su hospitalidad con el corazón en la mano.
Las Tinajas, es un lugar perfecto para hacer una parada en el viaje. Sorprende la decoración nada más entrar, cenar rodeado de antigüedades y, si algo te gusta, la silla, la mesa, las lámparas, te las puedes llevar. Sorprende también la música de fondo; todo te transporta al glamour parisino y nos encontramos en el interior de Jaén. El buen gusto se palpa en todo. Es un restaurante muy bonito.
En la tienda, disponen de 2.000 metros cuadrados de exposición, con un jardín donde podrá pasear y ver las piezas expuestas para hacerse idea de cómo quedarán en su casa. Abierta los 365 días del año, fines de semana y festivos incluidos, para que pueda conciliar su tiempo libre con el placer de darle a su hogar un detalle único.