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Piscomar te ofrece un viaje a Perú a través de sus sabores
En el restaurante de Jhosef Arias se prepara uno de los mejores ceviches de Madrid con la autenticidad y la frescura como insignias.
Hablar de Piscomar es hablar de auténtica gastronomía peruana en Madrid. Sus especialidades son los pescados y mariscos a los que el chef Jhosef Arias versiona. Convierte los platos en una auténtica delicia.
Ubicado en el barrio de La Latina, frente a la Iglesia de San Francisco el Grande, cuenta con dos plantas en los que encontramos distintos espacios y rincones cuya decoración con motivos vegetales, animales y paisajes nos traslada a directamente a Perú.



El viaje gastronómico comenzó con el espacio BoldKitchen. Es el espacio donde Jhosef Arias crea y experimenta con los diferentes ingredientes que dan origen a sus platos. Lo primero que Jhosef Arias preparó en su showcooking fue un ceviche explicándonos alguno de los secretos de este plato, como la leche de tigre. Esta leche está elaborada a base de zumo de lima, ají limo, rocoto, ajo, jengibre, apio, así como la merma de la corvina.



Después y a continuación pudimos disfrutar de una deliciosa Causa limeña de bonito, su cremosa Croqueta de arroz con pato y salsa huancaína o el Toro Toro Nikkei, unas láminas de atún tarantelo con trozos de aguacate quemado, cebolla china y leche de tigre oriental.



Después seguimos con un Tacu tacu. Es una típica receta de aprovechamiento donde arroz y frijoles se combinan para conseguir un bocado crujiente en su exterior, sabroso y tierno en su interior. En Piscomar, el Tacu Tacu lo acompañan de lomo alto dando como resultado un plato principal excepcional.



El viaje por los sabores de Perú continuó con uno de los postres más clásicos de Piscomar: el Mangocho. A base de una crema de mango kent y un suave bizcocho de chocolate. Maravilloso postre armonizado con un Chilcano, un cóctel tradicional peruano que se prepara sobre la base del pisco, jugo de limón y refresco de soda.



Decoración del local
Paredes pintadas con llamativos animales como tigres y pescados y paisajes peruanos; materiales como el ladrillo y la madera, papeles pintados con motivos vegetales, lámparas que mezclan lo natural con la modernidad, cómodas butacas… sencillez, alma y toques más contemporáneos conforman la personalidad del restaurante, desconcertante y ecléctico.