Entrevista a Mathieu Barrault, enólogo de Bodegas Murua
Gastroystyle: ¿Cómo te iniciaste en el mundo del vino?
Mathieu Barrault: Me inicié en el mundo del vino siendo un niño, paseando por una viña familiar que era de mi bisabuelo. Íbamos a vendimiar en septiembre cada año con los vecinos y amigos de la familia a cambio de una comida espectacular con el plato estrella; un “coq au vin” (gallo al vino) que solamente mi bisabuela y mi abuela sabían cocinar ya que eran las únicas que conocían la receta secreta de ese plato que requería una preparación de 3 días. Elaborábamos en la bodega de casa el vino para la familia en unas 10-13 barricas y en unas tinas de madera de unos 50 hl. Esa bodega imponía mucho para un niño como yo, pero a la vez era muy divertido.
G.S.: ¿Por qué esta pasión por el vino?
M.B.: Mi primera toma de contacto con el mundo profesional vitivinícola fue a través de James Gautier (amigo de la infancia de mi abuelo Claude Ragot), quien era responsable de L´INAO d´Angers del Valle del Loira. James me transmitió la pasión por esta profesión y la infinita necesidad de la búsqueda de la mejora del vino.
G.S.: Parece que una vez que conoces este mundo y lo amas de algún modo es difícil desvincularse, como si te atrapara. ¿Opinas lo mismo?
M.B.: Estoy de acuerdo, incluye tantas cosas y momentos felices de la vida que no quieres escapar de ello. La parte productiva es apasionante; empezando por los paisajes, las viñas, las variedades, los portainjertos, los suelos (la asignatura de mañana) … pero, también, los depósitos de madera, de hormigón, las tonelerías, el corcho o las copas de cristal, acompañado todo de una importante tecnología…pero, lo mejor son los intercambios, que puedes tener alrededor del vino, con diferentes personas.
G.S. ¿Qué significa Masaveu Bodegas para Mathieu Barrault?
M.B.: Para mí Masaveu Bodegas es, para empezar, un gran equipo de personas y, para continuar, una historia auténtica, el respeto de la naturaleza, el arte y la pasión del trabajo bien hecho.
G.S.: ¿Qué nos puedes contar de tus vinos?
M.B.: Nuestros vinos están hechos para transmitir emociones. Queremos que se asocien a buenos momentos y, por eso, tenemos una línea más clásica, para gente más conocedora, y otra línea más frutal, fresca e intensa, más orientada a un público que busque la sencillez dentro de un producto top. En Murua elaboramos vinos de añada, es decir que dentro del estilo de cada referencia trabajamos de forma que el consumidor pueda ir leyendo las distintas añadas a través del vino. Hacemos que los vinos sean lo más representativos de nuestro terruño: auténticos y singulares.
G.S.: ¿Qué proyectos tenéis en mente?
M.B.: Tres cosas:
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Estamos certificando nuestro viñedo en ecológico, para 2026 estará en su totalidad.
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También, tenemos un proyecto empezado que me ilusiona muchísimo que consiste en la práctica de la viticultura regenerativa. Hemos iniciado en una de nuestras parcelas, La Cruceta, a modo de “laboratorio”, aplicando una nueva forma de practicar la viticultura basada en el funcionamiento de la naturaleza en estado libre. Estamos descubriendo que, muchas veces, por querer controlarlo todo, impedimos que la naturaleza cumpla con su función y su labor beneficiándonos. Queremos reintroducir elementos como árboles y animales en nuestras parcelas monocultivo con el objetivo de crear un ecosistema más equilibrado y más autónomo.
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El restyling de VS Murua, que saldrá en breve.