InicioACTUALIDADConoce Lo Pou de Mas de Torubio de Garnacha Peluda

Conoce Lo Pou de Mas de Torubio de Garnacha Peluda

Tiempo de lectura: 2 minutos

Lo Pou de Mas de Torubio es una colección que está compuesta por una botella de Lo Pou Garnacha Peluda, Lo Pou Garnacha Blanca, una copa de vino y una caja de Madera

El vino monovarietal Lo Pou de Mas de Torubio Garnacha Blanca y Garnacha Peluda. Edición Limitada de 770 botellas Lo Pou Garnacha Blanca y 1450 Lo Pou Garnacha Peluda.

En los vimos de Más de Torubio se busca la máxima expresión y esencia del paraje donde se ubican los viñedos, de tal manera que se pueden entender sus vinos como Vinos de Finca.

Están elaborados con la variedad 100% Garnacha Peluda. Su origen es la Finca de Mas de Torubio, en Arens de Lledó, en Matarraña. Está cultivado a 580 metros y en suelos arcillo-calcáreos. La edad es de viñedo de Garnacha Peluda de 24 años. La vendimia se realiza de manera manual y en cajas de 15 kgs. con una producción de 4.000 kgs./hectárea.

Fermentación en depósitos de inox. 1/3 parte de la uva sin despalillar. Crianza en barrica de roble y tinajas de arcilla. Ligero filtrado con placas de celulosa y posterior embotellado. Reposo en botella durante 6 meses antes de la puesta en el mercado.

Es un vino color rojo cereza con ribete violáceo, en aroma es intenso y destacan notas a frutas rojas y hierbas aromáticas. En boca muestra un tanino maduro y aterciopelado.

Muchos de vosotros os preguntaréis de dónde viene el vocablo «Torubio» ó «Mas de Torubio», y os explico que ese es el término con el que se conoce a los antepasados de la bodega. Por eso es el mejor nombre posible para la tierra en la que y de la que vivían, «Mas de Torubio» o «Masía de Torubio» en castellano. Así, bisabuelos, abuelos, padres, hijos y nietos han ido dejando huella en este mágico lugar a través del tiempo, cuidando con mimo y trabajando con esmero cada palmo de «Mas de Torubio». La Familia Monreal Chasco es la actual generación, familia vinculada a la producción agraria desde sus antepasados; que a finales del siglo pasado decidió plantar las primeras viñas con el firme propósito de dar sostenibilidad y equilibrio al modo de relacionarse con este privilegiado entorno, de tal manera que generaciones posteriores puedan seguir trabajando la misma tierra que trabajaron nuestros antepasados.

Con su viticultura manual y su filosofía de amor por la tierra muestran el respeto por esta porción de tierra milenaria, conservando su fertilidad mediante abonos orgánicos y cubiertas vegetales, sirviéndonos además de respetuosas alianzas con la flora y fauna autóctonas, y obviando siempre el uso de herbicidas o insecticidas. Siguiendo la premisa de que el buen vino se hace en la viña, y combinando el comentado respeto por la naturaleza cn determinadas técnicas y con la sapiencia e intuición, podemos plasmar la esencia de esta tierra en los vinos, que son acompañantes indispensables en el perfecto maridaje con la gastronomía del Matarraña. Un vino hecho con el propósito  de expresar la emoción auténtica y el verdadero carácter del lugar. Trabajar la viña de forma respetuosa para mantener y mejorar su calidad supone también un principio y pilar fundamental al compromiso de conservación y mejora del entorno.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Entradas Populares

En Primera Persona

Chefs con Estrellas

Personajes

Iberoamérica de cocina en cocina