Este año los magostos toca celebrarlos en la intimidad pero hay mucho que conocer de una de las tradiciones por excelencia y con una fuerte raigambre en El Bierzo
Mágica por su excepcional colorido, paisajes, gastronomía y costumbres ancestrales como el magosto. El Bierzo despierta en otoño con una postal inconfundible de colores alcanzando su máximo esplendor. Su naturaleza se tiñe de múltiples tonalidades ocres que nos trae la estación más pintoresca y encantadora del año. En sus montes cae el manto blanco y el paisaje berciano se vuelve un cuento. Esta escena junto al arraigo de las tradiciones de esta comarca hacen las delicias de locales y foráneos.
Bajo el chisporrotear de una chimenea, mirando un paisaje mágico por la ventana. El Bierzo calienta las brasas cada año, este, de manera más íntima y sin celebraciones multitudinarias. Otoño es el momento de girar tambores y preparar las castañas para celebrar esta rica costumbre a la que, normalmente, cada municipio añade sus particularidades. ¿Cuánto conocemos de esta arraiga tradición gastronómica y cultural?.
El mundo del castaño encierra mucho más que un simple fruto silvestre llevado por las legiones romanas al El Bierzo. Las castañas, tal como se cuenta, alimentaba la mano de obra Astur que trabajaba en las Médulas de manera no voluntaria. El mundo del castaño es la vida propia de las gentes que lo rodean, es su paisaje, un auténtico lienzo.
Las castañas de El Bierzo, denominadas por algunos como el oro marrón, son unas de las más apreciadas en el mundo. El hecho de que esta tierra sea fértil y muy generosa con sus cultivos hacen de su castaña un producto de gran calidad y reconocimiento.
El magosto en la gastronomía del Bierzo
¡Menudo tesoro! Los sabores del otoño son el número uno en el pódium de esta estación. A su asado de pimientos (ya sea a la brasa o al horno), se le une una de las tradiciones bercianas por excelencia: la celebración del magosto, el rito de culto a la castaña berciana, por cierto, uno de los siete sellos de calidad y marca de garantía del Bierzo. Los bercianos desempolvan su chambombo o tambor; o bien ponen la sartén al fuego o el horno a calentar… Escojamos el método que escojamos, asar castañas es uno de los grandes placeres gastronómicos para los paladares del Bierzo, que muchas veces vienen acompañadas de chorizo y maridadas con los mejores vinos.
Esta tradición viene derivada de antiguos ritos de ofrendas a las divinidades de los bosques con las primeras castañas de cada cosecha. Los celtas, por ejemplo, celebraban el Samainn, donde encendían el primer fuego y asaban castañas sobre una gran hoguera visible desde varios puntos. En el magosto berciano, el mayordomo de las ánimas repartía a boleo castañas desde la torre de la iglesia. La gente las agradecía como donativo de las ánimas del purgatorio en paga a las limosnas que habían dado por su eterno descanso durante el año.
Además, son muchos los lugares en donde se celebran los magostos para ensalzar un producto tan característico de la comarca y de tanta calidad como es la castaña.