De tapas por el Duero y afluentes

Muy cerca de la curva a casi 90º que hace el Duero a su paso por Zamora, donde, decía en octosílabos el maestro Antonio Machado: “… hay una torre, en la torre hay un balcón, en el balcón una niña: su madre la peina la sol”, se ha celebrado, en el recinto de IFEZA y durante los pasados 29 y 30 de octubre, el Primer Concurso Oficial de Pinchos y Tapas de Castilla y León

El Certamen está organizado por la Confederación Regional de Hostelería y Turismo de Castilla y León. Ha contado con el apoyo y patrocinio de la Junta de Castilla y León. Pretende, así se dice textualmente: “… resaltar la gastronomía castellana y leonesa y homenajear y dar a conocer los productos de la región”.

Para cumplir tan ambicioso objetivo, en la justa han participado 27 pinchos y tapas. 3 por cada una de las 9 provincias que conforman la Comunidad Autónoma. Previamente han sido calificados y elegidos como finalistas por sesudos jurados locales.

La final de finales contó con un jurado internacional de cocineros y profesionales que en su conjunto suman 9 estrellas Michelin. Ha estado presidido por el chef Jesús Sánchez del Cenador de Amós. Sito en Villaverde de Pontones, municipio de Ribamontán al Monte, Cantabria. Con lo cuál se disipaba cualquier duda respecto a un posible conflicto de intereses patrióticos.

Tras los oportunos debates y consideraciones, los miembros del comité consideraron que el primer premio y Pincho de Oro debía recaer en el chef Juan Carlos Jiménez Pradas. Chef del restaurante Azul Mediterráneo de Valladolid. Premio por su tapa Lechazus Deliciosus. Tapa elaborada sobre un guiso de lechazo, que evoca una de las más señeras tradiciones culinarias del territorio. Además con diseño que pretende imitar el tallo de un níscalo, en compaña de tierra de piñón, guiso de costilla y crujiente de pan.

El cajón de honor se completa con un Fricassé con guiso thai de carrillera y mango. Pincho de Plata, confeccionado por el chef Francisco Javier Ruíz Fonta, del restaurante de Burgos La Jamada. Y el Salmorejo, cangrejo de río y trucha del Tormes, Pincho de Bronce, que elaboró Sara Cámara Fernández, del restaurante Casa Pacheco de Salamanca.

También fueron distinguidos ¡Y un cuerno!, presentado por Adrián Asensio Malillos, del restaurante Cuzeo de Zamora, que se alzó con el galardón de Tapa más tradicional. Al tiempo que en la categoría de Tapa más Vanguardista triunfaba una compleja presentación, códigos QR incluidos, de Jiale Pan y nombre IY.XI del restaurante Jiapan de Valladolid. Mientras que en el apartado Mejor concepto de Tapa se alzaba con el trofeo un Taco crujiente de cochinillo segoviano, pergeñado por Andrea Salazar Cornejo, del restaurante Rosa Mexicano Taquería de Segovia.

Y hasta el año que viene, si Dios quiere, que acogerá el Segundo Concurso Oficial de Pinchos y Tapas de Castilla y León. Precisamente en León, junto al Bernesga, que va a dar al Esla para morir en el Duero, en cuya ribera, Gerardo Diego y María Luisa del Amo cantan al alimón. “… nadie a acompañarte baja;/ nadie se detiene a oír/ tu eterna estrofa de agua”. Y conste que, como Blas de Otero: “Escribo de memoria/ lo que tuve delante de los ojos”.