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Refuerza el sistema inmune porque contiene (prebióticos y probióticos) para ayudar en el correcto funcionamiento de nuestro sistema digestivo
«Aunque estemos pendientes de que llegue una vacuna nos va a tocar seguir conviviendo con la Covid-19. No hay que olvidar que nuestro organismo posee un sistema inmune. Éste nos puede ser de gran ayuda para hacer frente a la pandemia. Es importante que dicho sistema esté en óptimas condiciones. Sobretodo porque podrá llevar a cabo sus principales funciones. Mantendrá a raya cualquier amenaza que nos llegue del exterior. Debe de ser una de las claves para prepararnos para este invierno. A la vista de las circunstancias que nos rodean, está claro que va a ser más duro de lo normal. Son palabras de Sergio Godia psiconeuroinmunólogo clínico en el centro PNI Mêdic Lleida y especialista en medicina familiar. “Una alimentación saludable basada en la ingesta de alimentos naturales y dejando a un lado los productos procesados y refinados; un correcto descanso respetando nuestros ritmos circadianos y la realización de actividad física de forma habitual, conseguiremos el mantenimiento de la homeostasis y aseguraremos que nuestro sistema inmune esté en un estado óptimo, durante todo el año” añade el Dr. Godia.


Ahora estamos viviendo una segunda ola del coronavirus. Impera protegernos lo máximo posible y no está de más fortalecer nuestro sistema inmunológico. “Para ello tenemos que apostar por alimentos altamente nutritivos como son las frutas y las verduras que contienen gran cantidad de minerales y vitaminas”, comenta Cristina Troncoso, nutricionista de la Farmacia Marta Masi. “Dentro de estas últimas hay que prestar atención a la vitamina C, que se encuentra en todas las frutas, pero sobre todo en los cítricos; la vitamina E, rica en hierro y si tenemos en cuenta que el confinamiento hace que estemos menos expuestos a la luz solar, la vitamina D, responsable de reforzar nuestros huesos, también es importante”, añade Troncoso. “Y si hablamos de minerales, el selenio, el zinc, presentes en alimentos de origen animal, también son claves para el sistema inmunológico. Aunque la prioridad debe ser siempre llevar una alimentación sana. Evitar los alimentos ultraprocesados, durante el invierno más, y sobretodo si estamos confinados. Es importante reforzar esta ingesta, para asegurarnos de que la cantidad de vitaminas y minerales que ingerimos es la adecuada”, asegura Cristina Troncoso.
Efectivamente, todas ellas se encuentran en muchos alimentos, Pero hay que tener en cuenta la importancia de la “alimentación prebiótica, que es aquella que aporta nutrientes que van dirigidos directamente a alimentar la microbiota. Y tampoco nos podemos olvidar de los probióticos que son primordiales para generar esos activos de salud a partir de nuestras bacterias beneficiosas. Si conseguimos que la microbiota tenga los nutrientes necesarios (sobre todo fibra soluble) y si la ayudamos mediante probióticos es capaz a través de algunas cepas, como el Lactobacillus Plantarum, de potenciar nuestro sistema inmune y sus mecanismos de respuesta inmune adaptativa. Estos provocarán una reducción de las reacciones inflamatorias y un mejor control de las agresiones y la consiguiente respuesta de nuestro sistema inmune mediante sus diversas rutas efectoras”, añade Godia.


Relación de la Covid 19 con la macrobiota
Cada alimento tiene una propiedad o característica y aporta un beneficio a nuestro organismo. “La alimentación rica en oligoelementos, vitaminas y prebióticos son importantes para un correcto equilibrio y para potenciar nuestro sistema inmune para poder llevar a cabo un control de las amenazas y ataques externos como en este caso el Covid que nos está azotando los últimos meses”, comenta el Dr. Godia.
Para asegurarnos de que contamos con ellos tenemos Enzymax DuoBiotics. Compuesto por una combinación de enzimas digestivas y un simbiótico (unión del probiótico, Lactobacillus plantarum y el prebiótico, FOS). Ambos ayudan al correcto funcionamiento de nuestro sistema digestivo y mejoran y regulan la flora intestinal.
Las cinco enzimas (Lipasa, Proteasa 4.5, Proteasa 3.0, Amilasa y Glucoamilasa) en conjunto con el simbiótico consiguen equilibrar la microflora intestinal. Regular y sanear su actividad. Modificar el síndrome de disbacteriosis del intestino delgado. Reducir los síntomas del intestino irritable. Mejorar las funciones estomacales y reforzar la barrera intestinal además de tener propiedades antiinflamatorias.

