La Fundación para la Cultura del Vino celebra una exclusiva y su mítica cata vertical «El Sabor de los Grandes» con nueve vinos de Maison Trimbach (Alsacia), una de las mejores bodegas del Mundo
¡¡Madre mía!!… Algunas veces soñamos con catas de vinos exclusivos que son difíciles de conseguir, o bien por economía o bien por la oportunidad de conocerlos.
Pero a veces… como en la películas – estos sueños se hacen realidad – y entonces el alma y el espíritu se llenan de vivencias que enriquecen al alma y sosiegan el espíritu. Cuando esto se produce los sentidos bailan al son de la magia de la copa que, danza y danza, sacando lo mejor de su protagonista, el vino, que – contento – nos habla y nos cuenta los matices y la historia que está detrás de cada copa.
El vino… ay, ay, ay… ese ser vivo pleno de matices que lleva un duende dentro que ve la luz al ritmo del descorche. El corcho ya nos empieza a hablar del duende que ha estado viviendo dentro. Al beber estamos comiendo de ese néctar en forma de fruta – uva – y degustando la madera que enriquece y doma el tanino.
Vinos capaces de expresar de la mejor forma posible, sin maquillaje ni tuneo, el terroir del que provienen, su alma.
Sobre la Fundación para la Cultura del Vino
La Fundación para la Cultura del Vino es una organización privada que difunde las estrechas relaciones del vino con la cultura en España y que fomenta su calidad con el objetivo de transmitir que es parte de nuestro patrimonio cultural, profundizar en el conocimiento de su historia, de las técnicas de cultivo de la vid, de su elaboración y de las formas de disfrutarlo.
Los patronos de la Fundación son el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y las bodegas La Rioja Alta, S.A., Marqués de Riscal, Muga, Alma Carraovejas, Terras Gauda y Vega Sicilia) ha celebrado su mítica cata vertical de la mano de la bodega Trimbach, uno de los mejores vinos del mundo y de gran fama por sus Riesling de Alsacia. La Tâche Latour, Pétrus, Symington, Chateau D’Yquem, Egon Müller Scharzhof, Vinos históricos de Jerez, Vega Sicilia, Laurent Perrier, Riojas con alma, Sassicaia y Solaia y Harlan Estate son los vinos que hasta ahora han pasado por El Sabor de los Grandes que en esta ocasión cumple su XXIV Edición.
La Fundación para la Cultura del Vino está presidida por Antón Fonseca, vicepresidente del Grupo Terras Gauda. Su vicepresidente es Pedro Ruiz, consejero delegado de Alma Carraovejas.
Pero ante tanta excelencia de joyas vitivinícolas siempre es bueno recordar la poesía. Como ésta de Pablo Neruda y su Oda al vino:
El vino
mueve la primavera,
crece como una planta la alegría,
caen muros,
peñascos,
se cierran los abismos,
nace el canto.
Esta cata, a la que han asistido un centenar de invitados, es una de las más exclusivas y únicas del mundo. Su objetivo es dar a conocer en España, entre profesionales y aficionados, algunos de los mejores vinos de calidad con un recorrido histórico por sus diferentes añadas. Pero el Sabor de los Grandes no solo es un experiencia única e irrepetible por los vinos que se pueden catar en estas citas, sino porque muestra la esencia de las bodegas más importantes del mundo con la explicación magistral de sus protagonistas. Su historia, su entorno, su planteamiento en la mayoría de las ocasiones familiar y todo lo que los ha llevado a convertirse en uno de los grandes vinos del mundo, son detalles que explican sus propios directivos, al tiempo que se catan sus vinos.
Toda la información ofrecida en cada sesión se recoge en un dossier exclusivo que permite conocer todos los detalles de los grandes y al que se puede acceder a través de la página web de la Fundación https://culturadelvino.org/fcv/terrunos/#sabor.
Pero ante tanta excelencia de joyas vitivinícolas siempre es bueno recordar la poesía. Como esta de Charles Baudelaire y su El Alma del Vino
Yo iluminaré los ojos de tu mujer arrebatada;
A tu hijo le devolveré su fuerza y el ánimo
Y seré para ese frágil atleta de la vida
El ungüento que fortalece los músculos de los luchadores.
Reconocimiento internacional
Maison Trimbach es la bodega elegida en esta ocasión para protagonizar esta singular cata. De la mano de su director, Jean Trimbach, los invitados han podido catar 9 de sus grandes añadas de Riesling de Alsacia, desde 1985 al 2015. Unos vinos únicos gracias, entre otras cosas, a sus 50 hectáreas plantadas en las colinas de los Vosgos.
Pero ante tanta excelencia de joyas vitivinícolas siempre es bueno recordar la poesía. Como ésta del argentino Borges, que también dedicó unas líneas al vino en su poema «Soneto del Vino«. De éste, con una sola frase podemos destacar la fuerza de sus líneas:
Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia.
El primero de los vinos de la cata ha sido el Riesling 2019 Grand Cru Schlossberg, delicado y seco, es una producción muy limitada, casi confidencial. Tiene una mineralidad cincelada extraída de las profundidades de su base granítica. Tras una nariz floral de gran pureza se descubre un paladar de inmenso frescor con mucho cuerpo y gran mineralidad. Con un final largo, mineral y fresco te garantiza un momento de degustación único. ¡Atrévete con el salmón a la plancha con salsa de soja y hierbas asociadas a este Riesling Grand Cru Schlossberg con sabores exóticos!.
El segundo, Riesling 2017 Grand Cru Geisberg, posee aromas muy intensos con una acidez precisa que, unida a una madurez óptima, proporciona una jugosa sensación a limón. El vino se abre con un aroma muy limpio, revelando una fruta concentrada, precisa y fresca. En boca, es un Riesling con la firma Trimbach: muy elegante, puro, rico, intenso pero refinado con una agradable frescura y una salinidad persistente. Este es un Riesling de la parcela más alta de este prestigioso vino orientado al sur, en la tierra más fría. En definitiva, este vino es un gran Riesling seco y mineral de producción limitada de solo 3.500 botellas.No te pierdas esta cosecha excepcional de la Reserva Personal de la Maison Trimbach!.
Junto a él, Riesling 2013 Frederic Emile Magnum, de tonalidad de intenso dorado, refleja no solo la madurez de la cosecha de 2013, sino también su gran concentración. Muestra un aroma profundo, complejo y muy elegante de notas maduras, más bien tropicales, aromas frutales junto con algunos recuerdos florales. Con cuerpo jugoso, redondo y elegante en boca, este vino es mineral y bien estructurado. Dispone de una acidez equilibrada y una salinidad persistente. Es potente y dispone de un gran potencial de guarda.
Otro de los vinos que catamos fue Riesling 2001 Cuvée Fréderic Emile 375ème Anniverssaire, una añada excepcional tocada por botrytis cinérea, con un embotellado especial. Precioso color dorado cono notas de fruta madura y canela. Y en boca recuerdos de manzanas asadas y frutas secas. Maravilloso.
También se pudo probar un Riesling 1989 Cuvée Fréderic Emile, una añada muy madura que surge entre otras dos cosechas excepcionales: la de 1988 y la de 1990. un impresionante vino de una complejidad extrema y rica. Notas muy dulces en nariz con una gran riqueza de aromas
Tras ellos, Riesling 2012 Clos Ste Hune Magnum y Riesling 2008 Clos Ste Hune Magnum, estuvieron presentes en esta cata vertical. Dos tesoros que codician los amantes y coleccionistas de Riesling de todo el mundo por la pequeña producción anual media (8.000 botellas). Y para finalizar, Riesling 1985 Clos Ste Hune, una añada alsaciana muy clásica, con una acidez algo superior a las de 1984 y 1983, y Riesling 1989 Cuvée Fréderic Emile Selection de Grains Nobles, de características muy similares. Vinos de pañuelo deliciosos y con una capacidad de guarda increíble.
Li Po fue un poeta chino muy destacado en la dinastía Tang, conocido como «el poeta inmortal». Vivió entre los años 701 y 762. Aquí un fragmento del poema Mientras bebo a la luz de la Luna:
Un vaso de vino entre las flores: bebo solo, sin amigo que me acompañe.
Levanto el vaso e invito la luna:
con ella y con mi sombra seremos tres.