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Orïgen 1952: la cocina en vena

Tiempo de lectura: 5 minutos

Orïgen 1952, situado en la milla de oro de Zaragoza, es el punto de encuentro de varias generaciones

La suma de lo que fue antes, y lo que es ahora, se refleja en detalles como el mármol de las mesas y los adornos de plumas, respectivamente. No en vano, el restaurante zaragozano Orïgen 1952 es cuarta generación de una familia de hosteleros. Ellos antes han dado nombre a especialidades como la Duquesa o las Cuatro Verduras Reinas. Si bien ahora abren paso a otras como el tataki de solomillo o al steak tartar “perturbado”, como le gusta decir a Leticia Gil, propietaria y alma mater junto a su pareja, Jorge Marcos, de este pintón restaurante en el corazón de la capital maña, donde la cocina se lleva en vena.

“Que llegue a ser lo que merezca” era la plegaria dicha a media voz por Leticia Gil al referirse a Orïgen 1952.

Corrían tiempos difíciles, los de la pandemia, y esta joven empresaria, cuarta generación de hosteleros, veía peligrar un proyecto iniciado en 2019; “hubo personas que nos recomendaron que no abriéramos, aunque al final optamos por salir”, dice Gil.

Ventanales tapados de arriba abajo con papel grueso, puerta cerrada y afuera, como única pista, la grafía contemporánea de Orïgen junto a otra convencional para la fecha, 1952, año de inicio en la andadura del grupo familiar.

“Creamos un cierto misterio y la gente especulaba con que se tratase de otro tipo de establecimiento”, dice Leticia Gil que, como experta en marketing, confiaba en las expectativas generadas mediante tal estrategia; “cuando inauguramos, en septiembre de 2021, a muchos les sorprendió que se tratara de un restaurante”.

El rigor con el que Leticia Gil abordó la estrategia de su marca asombró a la potencial clientela, que no tardó en llegar para quedarse. No obstante, el impacto debía continuarse con un contenido de calidad.

Y esta es la fecha, tres años después, en la que siguen deleitando no sólo con su gastronomía, sino con su servicio esmerado, su acertada relación calidad-precio y, sobre todo, con su calidez, sencillez y buena energía.

Clientes de todas las edades. Familias de todos los tamaños. Profesionales diversos. Hombres y mujeres de negocios. Seniors de paladar exigente. Incluso celebrities que prefieren pasar desapercibidos durante un rato. Hay sitio para todos y cada uno de estos perfiles entre las paredes acristaladas de Orïgen 1952.

La diéresis de Orïgen

“Un espacio donde socializar, compartir y disfrutar” es el lema de Orïgen 1952, donde el ticket medio oscila entre los 40 y los 45 euros por comer a la carta y los 24,90 euros del menú diario, pasando por los 35 euros del menú degustación.

“Recogemos las recetas de una vida entera”, dice Leticia Gil, al referirse al bagaje culinario de las verduras transmitido desde la generación inmediatamente anterior a la suya.

Su padre, Ricardo Gil, es apodado como el maestro de las verduras, además de ser considerado como el mejor embajador de la Ribera Navarra. Es propietario de los restaurantes Treintaitrés, en la localidad navarra de Tudela, de Casa Lac en Zaragoza y de La Huerta de Tudela en Madrid.

“Cada generación ha tenido su magia”, dice Leticia Gil; “como el chuletón, las ranas o los pajaritos del abuelo, las albóndigas de toro, los caracoles y el guiso de alcachofas de mis padres e incluso la ensaladilla rusa, que es la que hace mi madre en casa”; “intento traer esas recetas a nuestro territorio”.

Recetas como las albóndigas de merluza, el buñuelo de bacalao, las verduras Cuatro Reinas (alcachofas, guisantes baby, habas y espárragos trigueros) o la Duquesa de patata a la importancia en salsa verde con borrajas y quinoa roja son parte de esa unión entre lo de antes y lo de ahora, expresado mediante la diéresis sobre la letra “i” del nombre.

“Los dos puntos sobre la letra i reflejan que siempre ha habido dos personas, dos tiempos”, dice Leticia Gil; “explico Orïgen no sólo desde la comida, aunque sea el core business, el centro de la empresa, pues también lo es el ambiente o aspectos tan relevantes como la calidez del servicio e incluso la correcta insonorización”.

El cliente puede degustar el revuelto de piparras a baja temperatura, la menestra de las cuatro verduras reinas, la penca rellena con jamón ibérico, velouté de hongos y la salsa holandesa gratinada, de la que Gil dice: “lleva 35 años con nosotros”.

Otras especialidades son los canelones de pasta fresca rellenos de longaniza de Graus, con salsa de foie y tartufata, las albóndigas de toro con parmentier y salsa de vino tinto, el tataki de solomillo de bellota macerado con boniato a la brava, “lo más vendido”, dice Gil; así como el steak tartar “perturbado”, una receta elaborada a partir de carne de ternera blanca sobre el que se coloca un huevo frito y patatas chips caseras; “el huevo aporta sabor y temperatura, mientras que las patatas le dan la textura Crunch”, dice Leticia Gil.

En postres, la tarta de queso ha obtenido el premio “Mejor tarta de queso de Aragón” y la torrija, la seña de identidad del grupo empresarial, es receta de Pilar, la madre de Leticia Gil.

Un modelo reconocible

Sillas con asientos de piel, mesas con patas de forja y tablero de mármol, algunas con cantoneras metálicas, otras cubiertas con manteles de tela y vajilla y juegos de café de porcelana por los que más de un cliente suspiran.

Los camareros van vestidos con las chaquetillas blancas del Titanic, en las que los botones dorados han sido sustituidos por otros negros más resistentes. Al llegar a la mesa, explican de forma breve al cliente el contenido del plato.

La cocina está a la vista y unas obras concienzudas de insonorización permiten integrar los sonidos propios de pucheros y comandas con el ambiente relajado y distendido de la sala.

En el restaurante también se organizan eventos al detalle, con cocina a demanda del cliente en porciones de cóctel que respetan el recetario de Orïgen.

Otra de las líneas de negocio se centra en la creación de una gama de productos propios, que ya cuenta con el AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra) Orïgen 1952 o el vino de uva tinta garnacha de Cariñena.

Todo es una yuxtaposición de la expertise de ayer con la innovación de hoy, de la tradición de antes con la descarada frescura del ahora. En palabras de Leticia Gil, “éste es un negocio dinámico, divertido y social que aspira a que, cuando quieras, se convierta en un momento único para ti”.

Orïgen 1952 ya parece consolidado, por lo que la audacia y energía emprendedora de la cuarta generación ya apunta a replicarlo, al menos en parte, en nuevos destinos. “La idea es crear una marca que no sólo se asocie a Zaragoza, sino a otras áreas geográficas”, dice Leticia Gil; “será un modelo reconocible por el cliente, aunque le daremos una vuelta”; “nuestro proyecto será más desenfadado, para ser aún más cercanos”.

ORIGEN 1952

P.º de la Constitucion, 6,

50008 Zaragoza

Teléfono: 722 39 12 59

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