Andalucía con más de 80.000 hectáreas de aceite de oliva es la región con más superficie ecológica cultivada
De todos es sabido los beneficios del aceite de oliva considerada como la más saludable del mundo. No en vano es el producto estrella de la dieta mediterránea. Parte de su éxito se debe a la utilización del conocido como “oro líquido”. Pero, además, de un tiempo a esta parte el aceite también ha sucumbido a los poderes de la agricultura ecológica. Además de provocar diferencias de sabor o calidad, su distinción se debe viene marcada una forma distinta de cultivo.
Mientras que en un olivar convencional se pueden utilizar ciertos productos químicos permitidos para aumentar su productividad y luchar contra las plagas y enfermedades, la agricultura ecológica solo se vale de los recursos naturales disponibles, por lo que los fertilizantes, pesticidas y funguicidas están totalmente prohibidos.
Evidentemente, a pesar de la moda de todo lo ecológico, el aceite de oliva ecológico tiene una serie de ventajas que son las que provocan que muchos consumidores se decanten por él en el momento de la compra frente al tradicional. Como son:
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Cultivo natural. Al no utilizar productos químicos para proteger el árbol ni para potenciar la productividad el respeto al olivo es total. Son diversos procesos naturales los encargados de eliminar las plagas de forma biológica.
El hecho de utilizar fertilizantes orgánicos y labranza mínima también mejora la fauna y la flora de la zona.
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Respeto con el medioambiente. Este aceite es sostenible desde el cultivo de los propios olivos hasta su extracción y embotellamiento. No hay nada que afecte al suelo, ni se despilfarra energía y al no usar productos químicos no se pone en peligro ningún agua cercana al olivar, por lo que todo contribuye a la conservación del medio ambiente.
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Sin pérdida de sabor o calidad. El aceite mantiene sus características esenciales, los beneficios a nivel nutricional y no hay ninguna merma en su olor ni color.
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Alta calidad. El consumo de productos ecológicos es garantía de la máxima calidad, lo cual viene certificado por el sello otorgado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. De hecho, las aceitunas deben estar totalmente sanas y en su punto de maduración y se molturan el mismo día de su recolección para evitar que el almacenamiento deteriore la calidad del aceite que se extraiga.
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Respeto por la tradición y la vida en el campo. Mucho más allá del medioambiente, la producción de aceite ecológico también permite revitalizar las viejas formas de vareo y de la producción en almazara lo que permite dar vida a áreas rurales más abandonadas.