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Una bodega con Tradición y mucha historia

Tiempo de lectura: 6 minutos
Autor: José Luis Jiménez.

Fotos: Pepe Soto y Bodega.

Vinos, archivo, biblioteca y museo. Helena Rivero es la continuadora en la bodega de la saga familiar

Me gustaría dedicar uno de nuestros ‘Rebuscos’ semanales a una compañía vinatera a la que personalmente le tengo un especial aprecio, y no solo por estar ubicada actualmente en el barrio en el que nací – San Mateo – muy cerca de la casa en la que pasé catorce años de mi vida, sino por su singular trayectoria en los últimos 25 años.

En tan corto periodo de tiempo ha sabido posicionarse en un lugar destacado, no solo entre las bodegas del Marco de Jerez sino que su prestigio ha superado las fronteras locales para alcanzar fama dentro y fuera de España.

Su actual propietaria, Helena Rivero López de Carrizosa, es fiel continuadora de las pautas marcadas por su padre, cuando en 1998 se propuso recuperar la ‘tradición’ familiar, la vinculada al mundo de los vinos jerezanos.

Joaquín Rivero Valcarce

Además de elaborar vinos y brandies de una gran calidad, de la gama VOS y VORS, la bodega ha reunido una de las mejores colecciones privadas de pintura en Andalucía, parte de ella se puede contemplar en las mismas instalaciones donde se conserva uno de los mejores archivos documentales generado por la familia a lo largo de los últimos cuatro siglos.

Sin olvidar sus fondos fotográficos, entre los que hay que resaltar la colección de Manuel y Eduardo Pereiras, y la biblioteca temática sobre arte.

Tradición es más que una bodega, es una institución cultural de primer orden.

De C Z a Rivero

La revista comercial Iberoamericana, Mercurio, de fecha 1 de septiembre 1910 (Año X, nº 106), dedica un amplio apartado a las bodegas de J. M. Rivero-C Z.

El redactor, Heriberto Ruiz, relata que ‘la casa fue fundada por Pedro Alonso Cabeza de Aranda y Zarco a mediados del siglo XVII, correspondiendo las letras C Z a las iniciales de los apellidos ‘Cabeza’ y ‘Zarco’.

De este Pedro Alonso descendía Antonio Cabeza de Aranda y Guzmán, nombrado por Carlos III Marqués de Montana, el cual estaba asociado con Francisco Antonio de la Tixera, padre político de Pedro Agustín Rivero de la Herrán, ya que casó con Tomasa de la Tixera Menchaca.

La razón social pasaría a ser conocida, por tanto, como Pedro A. Rivero e Hijos, formada por Joaquín M. Rivero (abuelo de Joaquín María Rivero González), Francisco y Rafael.

A la muerte de Rafael, al que la ciudad le erigió un busto en 1883, quedó constituida con el nombre de Rivero Hermanos, compuesta a su vez por Tomás (padre del mencionado Joaquín María Rivero González), Federico y Salvador Rivero O´Neale.

A partir de finales del XIX, la firma fue dirigida por Joaquín María Rivero González (1865-1922), figura clave en la evolución y desarrollo de la empresa. Estaba casado con Enriqueta Dávila Agreda.

El libro de Juan L. Repeto Prieto, ‘La imagen del vino de Jerez’ (2009), hace mención a la Guía Oficial de Jerez de aquellos años, en la que se hace reseña de la casa en estos términos: ‘La casa es sin duda la que posee en Jerez un almacenado más considerable de vinos viejos de mérito y valor. En 1885 poseía unas existencias de 3.188 botas’.

Sus vinos fueron galardonados en diferentes exposiciones y certámenes internacionales: Barcelona,1888, Burdeos de 1895. París, 1900, Madrid, 1907, Buenos Aires, 1910, y de nuevo en Barcelona, en 1912.

En 1978, y ante diversas circunstancias adversas, obligan a Rafael Rivero Dávila (1904-1983) a vender las bodegas al grupo Carbonell, que traslada el archivo familiar a Córdoba.

A mediados de los años `80 es el empresario jerezano Antonio Núñez Terriza quien la compra a la compañía aceitera andaluza, volviendo a Jerez las 63 cajas conteniendo los preciados documentos. Noticia que recoge el Diario de Jerez el 11 de enero de 1987.

En una nave de bodega permanecerían almacenadas hasta el 2012, cuando la ‘rescata’ Joaquín Rivero Valcarce.

Tradición y mucho más

Joaquín Rivero Valcarce (1944-2016), miembro de una de las familias bodegueras más antiguas de Jerez, relevante empresario inmobiliario y bodeguero en activo desde 1998, fundaría las Bodegas Tradición CZ con el objetivo de recuperar aquella actividad en la que había estado involucrados sus antepasados.

En un principio, adquiere un casco de bodega sito en calle Cordobeses, pertenecientes a Fernando Carrasco Sagastizabal, y más tarde otros aledaños en Rincón Malillo y la misma calle Cordobeses.

A José Blandino, curtido capataz de Domecq, que ha sabido transmitir sus conocimientos a su hijo y nieto, Joaquín Rivero le encomienda adquirir las botas con mayor solera de las grandes bodegas.

En este proceso es clave la figura del enólogo José María Quirós

En 2012 compraría el archivo histórico de la familia, cuyos primeros legajos se remontan a 1650. ‘Es el único archivo histórico que cuenta la historia del Marco de Jerez, su evolución desde que las tierras eran cultivadas y el vino exportado por los jerezanos a la llegada de las primeras familias extranjeras”, explica su archivero, Manuel Marín Gil.

Aproximadamente 90.000 documentos, que llegan hasta 1973, ‘y del que solo hemos visto como un 30 %”.

Rivero Valcarce estaba casado con Helena López de Carrizosa Domecq.

Un emblema en forma de parra

La Ilustración Española y Americana, de fecha 22 de febrero de 1894, reproducía en una de sus páginas la imagen de la vieja parra existente en uno de los patios del conjunto bodeguero de los Sres. Rivero Hermanos: ‘Cuatro bodegas, cuya construcción data de 1750, y que encierran soleras de viejísimos vinos, forman el patio llamado del ‘ 70, que toma nombre de una de estos edificios por contener la Solera establecida en el año 1770.

En uno de los costados de este patio y como en competencia con la vejez de todo lo que la rodea, se levanta la célebre parra, tan notable ya en 1750, que se subordinó a su construcción el emplazamiento. Su cepa o tronco tiene 3 metros de altura, 0`48 de diámetro a flor de tierra, y de 0`65 de diámetro en su última sección antes de bifurcarse’.

En el comentario de la revista se podía leer que: ‘En opinión de personas competentes en la materia que su edad no ha de bajar de 250 años aproximadamente, es decir, 126 años más que la célebre de Hampton Court, de Inglaterra, plantada en 1768’.

Se detalla además que: ‘Produce grandes racimos de la clase llamada en el país Rompetinajas, una muy gorda y manchada de negro’.

En otro grabado posterior se puede observar con claridad que sobre el capitel de la columna en la que se apoyaba la parra hay este texto: A.D. 1590.

Lamentablemente fue arrancada en 1950.

La colección de arte y el archivo ocupan parte de las instalaciones de la bodega.

Otras fuentes

Además de las informaciones recogidas más arriba sobre la historia de esta antigua firma, como de las familias que la hicieron posible a lo largo de los siglos, se puede completar este panorama con datos de otras fuentes que hemos consultado para la ocasión.

El Diario de Jerez, en 1987, recoge la vuelta a Jerez de los archivos de CZ.

Si bien el arquitecto jerezano José Manuel Aladro no se extiende en detalle sobre la bodega ‘originaria’, las aportaciones ofrecidas en su tesis doctoral ‘La construcción de la ciudad bodega (2012), han de tenerse siempre en cuenta.

En el capítulo ‘El complejo industrial’ afirma: ‘Después de las bodegas Domecq, quizás las bodegas Rivero constituyan uno de los más interesantes complejos compactos, construido sobre la ciudad consolidada y estructurado sobre un eje público privatizado, la antigua calle Roa la Bota.

Estas bodegas son herederas de la empresa Pedro Alonso de Aranda y Zarco, CZ, fundada a medados del siglo XVII. Sus instalaciones entre las calles Clavel, Antona de Dios y Roa la Bota se remontan con seguridad al siglo al siglo XVIII, posiblemente anteriores’.

De otro lado, Mena y Sobrino, en su Reseña de las bodegas de Jerez (1900), señala que ‘la casa contaba con agentes comerciales en El Havre, Escocia, Hamburgo, Berlín, Colonia, Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia’.

Consulta recomendable es la obra del historiador portuense, Javier Maldonado Rosso ‘La formación del capitalismo en el Marco del Jerez’ (1998). En el desarrollo del capítulo 13 nos habla en detalle de ‘CZ como uno de los modelos de evolución de casa encomendera a exportadora’.

‘El libro de los vinos de Jerez’ (2022), de César Saldaña, actual presidente del Consejo Regulador de la D.O., nos brinda un resumen bien ajustado de esta bodega.

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