Nunca la Inteligencia Artificial (I.A) embotará a la palabra» podría haber sido el lema o, mas bien, el deseo de muchos participantes en el Hospitality Innovation Planet (HIP) 2024 que se desarrolló recientemente en Madrid
Y es probable que solo estemos asistiendo al comienzo de una inevitable consecuencia en nuestras vidas o «al comienzo de una hermosa amistad», que dijo Rick al capitán Renault en la película Casablanca.
El HIP 2025 se desarrollará del 10 al 12 de marzo
Y es que los humanos solemos abrazar las novedades, sean del tipo que sean, con un amor desmedido y luego, al cabo del tiempo, empezamos a sacarle los defectos que la locura del enamoramiento no nos había permitido detectar.
Algo así puede pasar con la Inteligencia Artificial (I.A.) que se está colando en nuestras vidas probablemente ennoblecida por esa pasión inconsciente.
Riesgos
De hecho, Brad Smith, el presidente de Microsoft dijo, recientemente, en una entrevista publicada en El País que gobiernos y sociedad civil deben presionar a la industria para regular la I.A. «Cuanto más poderosa se vuelve una tecnología, más fuertes tienen que ser los controles que la acompañen», resumió Smith.
Y es que hay muchos expertos que afirman que la revolución de la inteligencia artificial va a significar el cambio más importante en los últimos 5000 años. Pero, como decía un famoso científico, la ciencia (en este caso la IA) puede ser buena o mala, todo depende del uso que se le dé.
Y por otro lado, no se le pueden poner puertas al viento, así que asumamos con resignación humana lo que esté por venir.
Alejandro Bernabé (Four Seasons) y Nayra González (Hotel Bless), en la sesión de Luxury Experiences
El verbo
En esta edición de expo HIP (372 sesiones), ni Ferrán Adriá, hablando sin tapujos de gestión en restaurantes, ni otros ilustres chefs cargados de estrellas Michelin, hablando de la «manoseada» sostenibilidad, fueron noticia «malgré lui».
Por eso los dos trending topic de un foro que ha conseguido reunir, en esta octava edición, a 684 firmas expositoras, fueron la Inteligencia artificial y la palabra.
De hecho, como humanistas y humanos que aún somos en gastronomoyviajero, creemos que el gran triunfador del HIP 2024 fue Roberto Canessa; uno de los supervivientes del accidente aéreo de los Andes en 1972.
Lección de vida y resiliencia que ahora ha rememorado la película la sociedad de la nieve dirigida por J.A. Bayona y a cuyo director Canessa ha servido de inspirador.
Roberto Canessa inspiró a J.A. Bayona en la película «La Sociedad de la Nieve»
Experiencia de vida
En su intervención, cargada de emotividad, quiso contar su experiencia de vida tras el accidente para incidir sobre las claves del crecimiento personal, el emprendimiento y las relaciones personales y profesionales.
Así que, aunque de forma resumida, permitidnos la licencia de contaros, con cierto detalle, lo que Canessa nos transmitió.
Una historia que está plagada de aprendizajes que se pueden aplicar a todos los aspectos de la vida.
«Quizás lo primero, y algo que ya descubrí antes del accidente, dijo para empezar, es que la vida no es justa”.
«Después de que el avión se estrellara sentimos que estábamos siendo víctimas de un experimento y éramos los conejillos de Indias».
Canessa, ¡queremos un selfie contigo!
Ileso
En aquél momento, Canessa era estudiante de medicina y luego se convirtió en un eminente especialista que se dedicó a la cardiología infantil.
Ello le permitió desde un primer momento desplegar una actividad frenética para escapar de la trampa. Primero como “médico”, atendiendo a los heridos.
Y es que, en la tragedia del 13 de octubre de 1972, cuando tenía 19 años, y cursaba segundo año de Medicina en Uruguay, Roberto salió prácticamente ileso.
Luego jugó el papel de organizador, fabricando hamacas para los heridos o colaborando con la idea de usar los cuerpos de los muertos para alimentarse y ganar tiempo.
Por último, en la tarea más dura, se convirtió en expedicionario, después de que uno de sus compañeros, Arturo Nogueira, que terminó muriendo en la avalancha, le dijera: “qué suerte tenés tú, Roberto, de que podés caminar por los demás”.
Y eso hizo, en los Andes y durante toda su vida.
La avalancha de público durante y tras la conferencia fue memorable
El porqué
También puso en valor la resiliencia al señalar que “entendí que en la vida hay ocasiones en las que hay que saber adaptarse a cualquier circunstancia, tomando decisiones rápidas».
«Solo tienes que encontrar el por qué cuando vas a hacer algo”. Y mi porqué fue mi madre.
«Recordé que un día, siendo pequeño, fuimos a ver a una vecina para darle el pésame por su hijo fallecido y mi madre me dijo: que se muera un hijo es lo peor que le puede pasar a una madre y si eso me pasara a mí me moriría de tristeza».
«Esa idea de impedir que mi madre sufriera me dio fuerza para intentar sobrevivir y es por este motivo por lo que decidí comer la carne de mis compañeros en la montaña».
Ultraje y humillación
«Sin embargo, he de reconocer, que esta fue la experiencia más ultrajante y humillante de mi vida».
«También es cierto que, en esos momentos, te acercas más a Dios a la vez que te das cuenta de que estás en lo peor del ser humano».
«El hecho de que los supervivientes nos hubiéramos alimentado de los cadáveres fue lo más relevante de la tragedia, pero para nosotros se convirtió en algo normal del día a día».
«Era parte de la sociedad de la nieve, y con el tiempo dejó de ser lo más duro de la experiencia”.
Fotograma de la película «viven» basada en el accidente
Buscar ayuda
«Hubo un momento, en medio de la tragedia, en la que pasé de ser una víctima a un héroe y fue cuando decidí, animado por mis compañeros heridos, a salir a caminar hacia el oeste para intentar llegar a Chile».
«Ahí aprendí que en los grupos humanos todos somos diferentes, sal de tu zona de confort, no te quedes en el fuselaje”, dijo Canessa.
Después relató cómo, tras varios días de expedición, cien mil pasos al oeste, y ya exhausto, llegó (llegaron) a la cima que creían que era su meta, “pero nos dimos cuenta de que todavía quedaban varios picos más que subir”.
La cima imaginaria
“Y es que, a veces, la cima no está donde tú crees, está donde se le antoja, y además en el camino pasan cosas (malas) que no estaban en tus cálculos, pero hay que saber adaptarse a ellos”.
Otra enseñanza de la montaña es que todos tenemos mas de lo que necesitamos y hacemos mucho menos de lo que podemos.
«También aprendí la diferencia entre ricos y pobres: el rico es el que puede ayudar y el pobre el que necesita ayuda».
«Y que a veces piensas que no te puede pasar nada peor y pasa, como cuando, estando en el fuselaje del avión, nos sepultaron varios aludes».
Arrieritos somos
Al final de su camino, cuando por fin llegó a Chile, vio a un arriero que fue por ayuda, pero al que nadie en el pueblo creyó por lo inverosímil de la historia que relataba.
«Recuerden, apuntó, todas las veces que tenemos que hacer grandes esfuerzos para que crean en nosotros. Todas las veces que tenemos que ser arrieros».
«Por eso mi mayor consejo es que nunca se cansen de ser buenos».
Roberto Canessa finalizó su relato compartiendo las cinco grandes lecciones de vida que aprendió en esos 72 días en la nieve con todos los asistentes.
Pero antes de eso, tenía guardado un golpe de efecto: su esposa, que estaba en la sala, y a la que invitó a subir a la platea no sin antes advertir que «llevamos 50 años casados y nos divorciamos cada semana».
La esposa de Canessa también contó su historia.
Su esposa
Una vez junto a él, su esposa relató como fueron las horas de espera y la incertidumbre de si Roberto estaba vivo cuando les comunicaron que unos supervivientes habían llegado a un pueblo de Chile.
También contó, en tono gracioso, que cuando llegó a Chile y lo vio, «no tenía lugar en la cara que no estuviera maltrecho en el que darle un beso y lloriqueaba sin parar».
Eso hizo exclamar a Canessa: «vaya, ya me estropeó la historia de héroe, si lo llego a saber no la invito a subir a la platea conmigo».
Las cinco enseñanzas
1.- No te sientes a esperar los helicópteros, no te quedes en tu zona de confort, hay que ir a buscarlos caminando | |
2.- En la vida la cima nunca está donde tu crees y, además, pueden aparecer imprevistos | |
3.- Aprende a diferenciar entre problemas y obstáculos, porque no todo son problemas | |
4.- Cuando piensas que no puedes estar peor, a veces te cae un alud, y a veces, encuentras un arriero | |
5.- En la vida tiene que haber 8 horas de trabajo, 8 horas de sueño y 8 horas de crecimiento personal, porque la vida pasa. Cada momento de la vida tiene algo para vivir | |
Una de las sesiones dedicadas a la I.A. generativa donde se advirtió de sus riesgos contaminantes.
I.A. Generativa
Cambiando de tercio hacia el otro gran protagonista, la I.A., va a ser capaz, lo es ya, de hecho, de simplificar procesos complejos con la llamada inteligencia artificial generativa.
Pero, ¿cómo van a impactar e impactarán estas tendencias en el mundo de las hostelería en general?.
Por ejemplo, se piensa que la automatización de algunos procesos puede resolver en parte la carencia de personal que existe. Y ya está transformando a los grupos de restauración, facilitando la gestión de inventarios o la personalización de experiencias culinarias.
Jorge Lurueña de la empresa Mapal.
LLMs
Pero el principio de la revolución fue la aparición de los algoritmos de aprendizaje LLMs 2022.
Se trata de modelos lingüísticos avanzados que utilizan algoritmos de aprendizaje profundo para procesar y analizar grandes cantidades de datos de texto. O sea, la I.A. Desde entonces, el lenguaje humano puede ser interpretado de forma precisa teniendo en cuenta un contacto amplio.
También puede ser empleado para para generar código fuente y dar instrucciones a una aplicación.
Todo esto ocurre en 2022 y hoy ya tenemos la I.A. generativa que es una rama de la IA con la que se puede generar texto, vídeo, etcétera y donde las redes neuronales se nutren de esta arquitectura.
Al rescate de gerentes
Una de estas funcionalidades va a contribuir a ayudar a los gerentes de las empresas simplificando labores tediosas con más rapidez y precisión.
Por ejemplo, Jorge Lurueña, se hizo la pregunta de ¿qué cosas inciden en el éxito de un restaurante? ¿La ubicación, las instalaciones, la relación experiencial, el precio, que los procesos estén estandarizados…? Ninguna de ellas. La respuesta es el equipo gerencial.
Un equipo gerencial que debe ocuparse de la gestión de compras, mermas y desperdicios, inventario y product mix.
Lurueña, fue el impulsor en 2004 de 100 Montaditos y en 2007 fundó Mapal, la mayor plataforma de back office para el sector hospitality en Europa continental.
Con la I.A. se pueden optimizar costes, planificar cuadrantes y acabar con el papeleo y el trabajo farragosos que implican estas tareas.
Sin embargo, Lurueña reconoció que esta tecnología aún presenta retos importantes, como las «alucinaciones» que sufren lo sistemas y la falta de precisión a la hora de generar códigos. También es necesaria la especialización para realizar tareas precisas, la actualización de la información y la seguridad.
Porque a la I.A. no solo hay que proporcionarle datos, sino datos precisos y saber qué queremos preguntar a la máquina. De hecho, Napal ha creado el primer gerente de I.A. para el sector de la restauración.
Vala Afshar de Salesforce