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Luna Rossa te acerca a Nápoles

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Viajar gastronómicamente a Nápoles es posible

«Hace poco más de un año que han renovado su imagen corporativa y su local para actualizarse a los tiempos modernos. Lo hace sin perder la esencia, con una cocina rica, basada en la tradición napolitana más casera pero con toques modernos.

El concepto es sencillo: proponer los mejores platos regionales italianos (sobre todo de Campania, la región de Nápoles) según manda la tradición. Y -con algún plato- experimentar sin perder contacto con el buen producto. Producto de calidad, lo mejor de allí con lo mejor de aquí. Dicho de otra forma, la mejor selección de productos made in italy y lo mejor de los mercados de proximidad. Productos frescos, que llegan a diario al restaurante, son los protagonistas de cada plato que sale de la cocina.

Hablar de Luna Rossa para muchos es hablar de la mejor pizza de Madrid. Los napolitanos que lo visitan dicen estar de suerte porque en este restaurante se sienten como en casa.
El arte de los pizzaioli napolitanos está en Luna Rossa y se llama Cristian Ogea. Domina todas las etapas e instrumentos de elaboración de la pizza. Las hornea con fuego de leña en el que fue, el primer horno de leña de Madrid, construido con materiales traídos del mismo Vesubio.

Cristian Ogea regenta este establecimiento junto a su mujer Anna Carla Zuccini. Ella es el alma mater del restaurante y la napolitana más madrileña que hay en la capital. Anna Carla Zucchini, cogió el testigo de su padre en los años noventa. Desde entonces esta es su casa, y como ella dice, su vida.

Por último no podemos terminar sin hacer mención a los vinos que se sirven en Luna Rossa. La cocina convive con una carta de vinos hecha por grandes profesionales. A través de ella podréis recorrer Italia de norte a sur conociendo grandes bodegas y grandes vinos.

La pizza frita como street food contemporáneo 

La pizza de Luna Rossa ha conquistado a reyes, presidentes y famosos de todo el país. Felipe y Letizia, antes de casarse y Pedro Sánchez sigue teniendo un tuit en el que asegura que es “cojonuda”–, pero nuestra cocina esconde muchos más secretos. Uno de los mejor guardados es la pizza frita, un plato tradicional napolitano que solo se trabaja por encargo. Su elaboración es casi imposible de llevar a cabo si el restaurante está completo –algo que suele ocurrir–y no se prevé de antemano.

La pizza frita es prácticamente desconocida fuera de Italia. Se trata de un plato muy popular en Nápoles que, cuentan, se empezó a preparar los lunes, el día que cerraban los hornos. La gente no quería dejar de comer ni un solo día pizza y la freían en casa con aceites de semillas, que son los que se utilizan por tradición.

Aunque en Nápoles se pueden encontrar muchas versiones de pizza frita, la más tradicional –que es la que se prepara en Luna Rossa, de queso ricotta, pimienta negra, tomate, albaca y ciccioli (un embutido italiano que se prepara comprimiendo, secando y curando trozos de grasa de cerdo).

Con la innovación continua en nuestros genes, Luna Rossa, va a dar un salto lógico a la vez que ingenioso, dentro de la cultura italiana que corre por sus venas, cocinando por primera vez la pizza frita napolitana con un auténtico zumo natural de aceituna, siendo éste, la humilde aportación conjunta entre Almazaras de la Subbética y Anna Carla Zuccini, propietaria de Luna Rossa al mundo de la pizza y en concreto a la pizza napolitana, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Para llevar a cabo este I+D (Pizza Fritta y Aove) contamos con ALMAoliva, aceite de oliva virgen extra de Almazaras de la Subbética (empresa perteneciente a la DOP Priego de Córdoba), referencia de calidad dentro del parque natural de las Sierras Subbéticas, que además de ser considerada mejor almazara del mundo en los ranking internacionales, quiere volver a hacer el guiño de hermanamiento de culturas, que unidas por el aceite circulaba por las calzadas romanas entre la Subbética Cordobesa y las principales ciudades del Imperio Romano.

Procedente del ensamblaje de aceitunas de la variedad picuda, picual y hojiblanca, el aceite ALMAoliva es un zumo de tonos dorado verdoso, diseñado especialmente para frituras, dejando su esencia y realzando el sabor de la pizza que es el verdadero protagonista. De ese modo, todas las propiedades organolépticas y saludables de uno de los mejores AOVE permanecen intactas y quedan fijadas en nuestra pizza.

El resultado, una espectacular pizza frita esponjosa, perfectamente cocinada, sin exceso de grasa y con todo el sabor a sus ingredientes originales. Digestiva y deliciosa.«

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