InicioACTUALIDADMar Silva confiesa que no hay un habano que no le guste

Mar Silva confiesa que no hay un habano que no le guste

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María del Mar Silva Ribera es una experta nutricionista nacida en Madrid y de familia de la capital, que fuma Habanos desde que conoció a su marido y siempre está dispuesta para disfrutar de un cigarro cubano cualesquiera que sea su marca y su formato

Mar me cuenta que hizo la licenciatura de Farmacia y después de trabajar unos años para algunas empresas multinacionales se dio cuenta que ello “le aburría” por lo que volvió a la universidad para estudiar Nutrición y Dietética, estudios superiores que apenas llevan en el ámbito universitario poco más de veinte años.

Una vez Licenciada en Nutrición y Dietética dispuso una consulta que mantiene bastante activa y con numerosos pacientes que llegan a ella demandando mejorar su alimentación en orden a algún tipo de trastorno o enfermedad, después de que tras su licenciatura haya realizado varios cursos especializados.

Nos cuenta que lo más gratificante de su trabajo es poder ayudar a las personas para que puedan conseguir sus objetivos de salud, sin imposiciones ni pautas que les hagan sufrir, ya que un nutricionista debe conocer perfectamente las posibilidades e incluso las limitaciones de cada uno de los pacientes que acuden a su consulta.

Como buena profesional nutricionista Mar tiene sus propias teorías y nos dice que en las dietas que ella dispone para sus pacientes no está nunca la consabida de “pechuga y lechuga” porque se trata de reconducir a través de la alimentación las desviaciones que tengan las personas sin para nada causarles disgustos.

Habitual y frecuente visitadora de la sede del Club Pasión Habanos, pues no en vano vive realmente cerca, decide maridar su Montecristo Open Junior 10 años añejado con el ron Dictador Episodio I mientras charlamos.

A Mar le encanta asistir a reuniones con otros fumadores de cigarros cubanos porque ella, en plan cuasi científico, le agrada sumergirse en el mundo de los Habanos y aprender del mismo de la mano de su marido que fue quien la inició.

Recuerda perfectamente que el primer habano que degustó fue un Cohiba Siglo IV, por lo que nos dice que “si comenzó con uno de los Habanos más top ha sido muy fácil continuar con ellos”.

Prefiere los cigarros más bien cortos y con buenos cepos –no excesivos- que permitan un buen tiro y que no le cansen pues determinadas vitolas de mayores formatos pueden llegar a aburrirle, pero lo cierto es que disfruta tanto con los puros de Cuba que “no hay habano que no me guste”.

Mar prefiere las fortalezas más altas como la de Partagas cuya vitola Serie D No. 4 es una de sus favoritas para encontrar esa paz y relajación tras sus duras y largas jornadas de trabajo.

Al tener una pareja que comparte con ella su gusto por los Habanos, Mar puede llegar a disfrutar de dos o tres Habanos cada semana, pues llega del trabajo y es una manera de relajarse, ya que sostiene la teoría de que fumar un puro al mismo tiempo que entras en una fase de relax llega a bajarte la tensión de una forma realmente efectiva.

Dispone de varios humidores en casa y tanto es así que en su residencia de la playa –en Benidorm- tienen otro que llenan de puros cuando van de vacaciones, a la vez que en sus numerosos viajes siempre cuentan con reserva en hoteles que dispongan de lugares para degustar sus vitolas preferidas.

Mar lee “por necesidad” todos los libros que puede sobre nutricionismo para estar al día de lo que es su propia profesión, pero también se decanta, de vez en cuando, por la novela negra, cuyos autores nórdicos han llegado a cansarle y ahora prefiere los españoles.

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